Tres grandes empresas reclaman más innovación, más colaboración europea y menos dependencia del exterior. Agbar, Indra y Redeia (Red Eléctrica) han reivindicado desde la reunión del Círculo de Economía el desarrollo de tecnología desde España de forma coordinada con el resto del continente, que debe hacer cambios con tal de alcanzar la soberanía y la autosuficiencia.
Ángel Simón, presidente de Agbar, ha destacado la “necesidad de innovación y de que seamos capaces de ser autosuficientes en esa innovación”, así como “cooperar en el entorno europeo”. El también vicepresidente senior de Veolia en Iberia y Latinoamérica ha pedido “aumentar la capacidad de innovación y conocimiento, pero con cooperación y colaboración”.
Independencia tecnológica
Marc Murtra, presidente de Indra, ha llamado a “desarrollar mayores tecnologías” en Europa y “con mayor coordinación”. Ha puesto como ejemplo el proyecto del Eurofighter Next Generation que comparten Francia, Alemania y España. Y ha subrayado que para que Europa tenga “autonomía estratégica” debe tener la tecnología de seguridad dentro de sus fronteras.
Murtra ha alertado de que este cambio es necesario para defenderse de amenazas como la guerra de Ucrania, una potencial guerra en el Magreb, la guerra civil en el Líbano o el resurgimiento del Estado Islámico. Y ha apuntado a la necesidad de que las cadenas de suministro en defensa se queden “dentro del perímetro europeo” para evitar contingentes como un embargo comercial de microchips en Taiwán por parte de China.
Críticas a Colau
Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, ha recordado que la eléctrica es “una infraestructura crítica” que tiene “exigencias de ciberseguridad más potentes que de seguridad física”. También ha señalado que “Europa está conectada, desde el punto de vista eléctrico, desde Lisboa hasta Kiev”, lo que convierte a la red en “el sistema eléctrico más avanzado del mundo”, con las ventajas pero también vulnerabilidades que ello comporta.
Los directivos invitados también han hablado de calidad y lealtad institucional y sobre la importancia de la colaboración público-privada. Simón ha suspendido al Ayuntamiento de Barcelona de la era Colau en este aspecto: “El contraejemplo han sido estos ocho años en Barcelona, es un contraejemplo mundial de lo que no tiene que ser la colaboración público-privada”, ha dicho el presidente de Agbar, que ha pedido que “cada uno cumpla su papel “ en la colaboración público-privada, que impone obligaciones tanto a las empresas como a las Administraciones.