Prisa blinda su consejo de administración en vísperas de meses complicados para la editora de El País. El consejo de administración de la compañía propondrá a la junta de accionistas la ampliación del número de consejeros hasta el máximo estatutario de quince, lo que complicará el acceso al órgano de gobierno en una etapa en la que se pueden dar cambios en la estructura accionarial debido a la vigencia de la emisión de bonos convertibles.

Así, el orden del día de la asamblea, prevista para finales de junio, contempla el nombramiento de dos nuevos consejeros independientes, que cubrirán tanto la vacante que deja la vocal Teresa Ballester, que no renovará su mandato, como la que ya se daba en el órgano de gobierno, que en actualidad está compuesto por 14 miembros.

Conexión colombiana

Uno de los nuevos consejeros será el colombiano Fernando Carrillo Flórez que, aunque actuará en calidad de independiente, es un viejo conocido en la casa, dado que trabaja como director en la división de Prisa en Latinoamérica.

Antiguo ministro en su país con el Gobierno de Juan Manuel Santos y exembajador colombiano en España, Carrillo mantiene una estrecha relación con el presidente y primer accionista de Prisa, Joseph Oughourlian, cuyos lazos con el país latinoamericano llegan hasta el punto de poseer pasaporte colombiano, además del francés.

Reelecciones

También se incorporará al órgano de gobierno de la editora Isabel Sánchez García, actual vicerrectora del Instituto de Empresa.

La junta votará también la reelección del propio Oughourlian como miembro del consejo y la de Manuel Polanco, dominical que representa a la familia fundadora de la empresa y antiguo socio de referencia de Prisa.

La financiación, en el foco

Asimismo, la asamblea ratificará los nombramientos de Miguel Barroso, exsecretario de Estado de Comunicación, como consejero dominical en representación de Amber Capital (el fondo liderado por Oughourlian) y de la directora financiera de Prisa, Pilar Gil, que tiene la condición de ejecutiva.

Precisamente, Gil será la destinataria de un plan de incentivos consistente en la entrega de acciones del grupo en función de los objetivos conseguidos, que igualmente se someterá a la votación de los accionistas. El papel de la ejecutiva es fundamental dada la delicada situación financiera de la empresa, a la que urge reducir su apalancamiento.

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