El consejo de administración de Prisa ha aprobado las condiciones de la emisión de bonos convertibles en acciones que anunció en su última reunión de 2022, celebrada el pasado 20 de diciembre. Finalmente, la cantidad máxima que obtendrá con la operación será de 130 millones de euros, montante cuyo 45% está asegurado gracias al compromiso de sus dos mayores accionistas: el fondo Amber Capital y el gigante francés de la comunicación y el entretenimiento Vivendi.
Toda vez que en la actualidad ambos suman al menos del 40% del capital, la emisión supondrá un incremento de su peso conjunto en la estructura accionarial de Prisa, algo que con toda probabilidad recaerá en Vivendi, toda vez que Amber se encuentra en el límite del 30% y sobrepasarlo le obligaría a lanzar una opa por el 100%.
Amortizar deuda
La emisión tiene que objeto aliviar la situación financiera de Prisa, complicada por la abrupta subida de los tipos de interés que han elevado de forma notable el coste de la refinanciación que acordó con la banca hace poco menos de doce meses.
El precio de conversión fijado en la emisión es de 37 céntimos de euro por acción, un 16% por encima del precio de cierre del título de Prisa de este lunes, en el que los inversores se han adelantado a la noticia y han hecho que el valor subiera más de un 6%.
Oughourlian, al rescate
Después de sondear la posibilidad de realizar una ampliación de capital, la compañía optó por la emitir deuda convertible, con el fin de no tensionar más su apalancamiento, y aseguró contar con el apoyo de algunos de sus principales socios.
Finalmente, sólo dos han asegurado su apoyo a la emisión, aunque son los de mayor peso. Amber es la entidad controlada por el presidente de Prisa, Joseph Oughourlian; en el caso de Vivendi, llegó al capital de Prisa a comienzos de 2021, tras adquirir su participación al banco HSBC.
El bloqueo a Vivendi
Ambos son socios en Francia y han tratado de reproducir en España la estrategia desarrollada en el país vecino, aunque en este caso se han encontrado con el bloqueo del Gobierno, que ha hecho valer el llamado escudo anti-opas que estableció con motivo de la pandemia y que acaba de prorrogar hasta 2024.
De hecho, Vivendi solicitó autorización al Consejo de Ministros para llegar hasta el 29,9% de Prisa (el porcentaje que controla Amber) pero terminó por desistir ante la demora en la respuesta de Moncloa, que en virtud de la citada normativa proteccionista, debe dar el visto bueno a toda inversión que suponga tomar más de un 10% de una empresa que sea un jugador relevante en sectores considerados estratégicos.
Suscripción preferente
En la operación, Prisa otorga a los accionistas un derecho de suscripción preferente, en proporción a su participación en la compañía. Aquéllos que no deseen acudir a la oferta pública de suscripción (OPS) que pondrá en marcha la propietaria de El País y la cadena Ser podrán vender en el mercado sus derechos.
De acuerdo con la nota de información privilegiada remitida por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a última hora de este lunes, a cada título le corresponderá un derecho de suscripción y a cada 2.104 de éstos le corresponderá un bono, que será necesariamente convertible en un plazo de cinco años, a razón de 1.000 acciones por cada uno.
Conversión en cinco años
No obstante, Prisa prevé la posibilidad de conversión anticipada, para lo que habilitará unas ventanas cuyas fechas se concretarán en el folleto de la OPS.
En el caso de que la oferta fuera suscrita en su totalidad, la compañía emitirá 351,35 millones de nuevas acciones para atender a la conversión, lo que representa un 44,7% del capital con el que cuenta en la actualidad.