El sector privado está redoblando esfuerzos con la Copa América de vela ante la indolencia de las administraciones públicas. Barcelona Global está ampliando el crowdfunding que trajo la carrera de regatas a la Ciudad Condal con 30 empresarios más. Una tendencia similar a la que está ocurriendo en el consorcio de instituciones donde, quien está empujando es, paradójicamente, el empresario Dani Puig, del grupo perfumero.
Lo explican fuentes conocedoras de los entresijos de la Copa, que destacan el "esfuerzo" del empresariado de la Ciudad Condal con el macrovento, que arrancará en Barcelona el 22 de agosto de 2024. Quince meses antes, quien está tirando del carro organizador son los patronos, destacan las mismas fuentes, y en menor medida el sector público, prácticamente esclerótico por la doble cita electoral de este año: elecciones municipales el 28 de mayo y generales a final de año, con la posibilidad de nuevas autonómicas en primavera de 2024. La doble --o triple-- campaña está anestesiando a la parte pública de la organización. Eso sí, se prevé un "acelerón" después de los primeros comicios en mayo.
BGlobal gana aportaciones
Antes de que la organización de la Copa gane momentum, lo cierto es que quien está haciendo la mayoría del trabajo son los privados. Por lo pronto, Barcelona Global, el lobi empresarial que avaló el trofeo por medio de un mecenazgo privado, lo ha aumentado con otras 30 aportaciones anónimas de patronos de la capital catalana.
Es el segundo, tras una primera ronda de financiación cuasi anónima a bajo riesgo que permitió confirmar la candidatura de Barcelona, y llega con mucha más celeridad que las aportaciones de las administraciones públicas, que urgían "hace meses" pero se van desbloqueando con cuentagotas. La última, la semana pasada, una de 18 millones del Gobierno. Antes, la Generalitat de Cataluña aportó la suya, pero tarde por la demora de la negociación presupuestaria, lo que obligó a la Copa a acudir a la banca para financiar los primeros costes corrientes.
Dani Puig empuja en la antigua FNOB
Ello en el capítulo económico. En el operativo, la organización recae sobre dos pilares: el Emirates Team New Zealand, impulsor y defensor del título, y la fundación Barcelona Capital Náutica, donde los públicos se coordinan para ayudar a la celebración del evento. Pero es que en este mismo ente, quien "aborda y resuelve problemas y empuja al resto de componentes es Dani Puig", explican las fuentes conocedoras.
Puig --miembro de la familia propietaria de Grupo Puig pero sin silla en el consejo-- es el presidente del comité ejecutivo de la fundación. Representa, precisamente, a Barcelona Global, de la que es vicepresidente. En cualquier caso, su gestión "ensombrece a la del alto cargo situado como director general del organismo, Ignasi Armengol", agregan las mismas voces. Es así porque Puig aprovecha la vinculación de la familia con el mundo náutico. Otro miembro de la saga, Jordi Puig Alsina, preside el Real Club Náutico de Barcelona, recuerdan los mismos interlocutores.
Los gastos sí suben
Eso sí, pese a esa sombra que proyecta el sector privado al ser ellos quien tiren del carro en el seno de la Capital Nàutica, los gastos se apilan. Desde el entorno de la Copa América recuerdan que Armengol está retribuido con una horquilla salarial que alcanza los 70.000 euros al año más las comidas de trabajo que celebra regularmente en el restaurante Port Vela, situado junto a la marina homónima.
Solo una de ellas ascendió a 340 euros, según el portal de transparencia del ente.
La Copa femenina y juvenil, en riesgo
Hay un cuarto elemento que apuntala esta tesis: la de que el empresariado está salvando, por el momento, la Copa América. La regata femenina y juvenil pende de un hilo, avanzó Crónica Global, y está a punto de la suspensión por la falta de patrocinadores privados. Los espónsores se retiraron de esta propuesta, que procede del ámbito público como exigencia de responsabilidad social corporativa (RSC) del trofeo. Ante ello, serán las administraciones las que tengan que costear la doble prueba femenina y junior.
Por el momento no ha pasado, lo que está generando fuertes tensiones en el seno de la organización.
Impacto económico: "No somos conscientes"
Eso sí, en mitad de esas cuitas internas, lo que es es evidente es el "impacto económico colosal, del que aún no tenemos una fotografía clara, no somos conscientes de su envergadura". Es así porque los concesionarios del Puerto autónomo han disparado ocupación y facturación desde el anuncio de que la Copa América llegaba a Barcelona, noticia que avanzó Crónica Global. Se prevé la llegada de un volumen de visitantes sin igual. "Piensa que solo al Luna Rossa italiano, que no es ni el favorito, lo siguen decenas de miles de personas, imagínate al resto", destacan.
Ello, precisamente, es un reto. Porque ya hay los primeros signos de alarma de vecinos de barrios como la Barceloneta o colindantes podrían arma protestas que desluzcan el evento. La primera asamblea a tal efecto entre residentes descontentos se celebró el pasado 21 de abril en el Centro Cívico de la Barceloneta. Podría haber más, por lo que encauzar ese malestar supone un reto para las administraciones. Pero hasta ahora se están mostrando poco operativas.