La historia de Rosistirem: de floristería coraje a superventas por Sant Jordi

Nació en pleno Covid, superó la pandemia y ahora pega el estirón. La cadena de floristerías Rosistirem, fundada y dirigida por Pau Culillas, ha sabido aunar la digitalización forzada por la crisis sanitaria con un claro enfoque social. Entre sus objetivos: aumentar sus ventas, expandir su red comercial y, a corto plazo, afrontar su 23 de abril más ambicioso.

En una charla con Crónica Global, el emprendedor pone números a este Sant Jordi: vender 180.000 rosas en una campaña de cuatro jornadas que culminará el próximo domingo. "Este Día del Libro vamos a contar con 50 stands y 11 puntos logísticos para garantizar un reparto en 20 minutos a nuestros clientes", promete Culillas. La meta es audaz, pero peor lo tuvieron hace tres años.

De la necesidad, virtud

La floristería virtual se creó en 2020 como un proyecto para distribuir rosas a cualquier rincón de Barcelona. Hay que recordar que se estaba en pleno confinamiento por el virus. Aunque apoyándose en las redes sociales, lograron entregar los ramos de rosas en hogares, residencias e incluso cementerios.

Algunos de los ramos de rosas de Rosistirem / CEDIDA

"Fue entonces cuando adoptamos una forma de trabajar rápida, con una logística muy cuidada", apunta. La conversación tiene lugar en uno de los locales que Culillas gestiona en la capital catalana donde los preparativos florales no paran. Ahora bien, ¿la flor deja mucho margen? "No demasiado", reconoce, aunque suficiente si se controlan los gastos. Por eso, es importante crecer en volumen. El año pasado, la compañía comercializó cerca de un millón de flores y este ejercicio quieren batir su marca.

Pensando en digital

A través de una red de siete establecimientos físicos, el último de ellos abierto en Cornellà de Llobregat (Barcelona), y una tienda online, el grupo se ha hecho un hueco en un sector copado por grandes como Amazon o recién llegados como Colvin.

El empresario dio sus pinitos justamente con un e-commerce --"me avancé a Amazon", bromea-- y por eso ha impreso en Rosistirem un sello digital. Es decir: en la mejora constante de las funcionalidades de su tienda electrónica. "Hemos creado una función para personalizar fácilmente tu ramo: su forma, sus colores, sus tipos de flores y añadidos...", explica.

Una de las floristerías de Rosistirem / CEDIDA

Reconversión en franquicia

El éxito ha llevado a Culillas a tantear la reconversión de su modelo de negocio. "Estamos estudiando para este año la reconversión en franquicia por las peticiones que nos han ido llegando", comenta. Además, el empresario puso un pie en Madrid en mayo de 2022 con el Palacio de las Flores, una iniciativa nacida para ubicarse en un segmento más premium.

En paralelo, Culillas siempre ha sumido lo social a lo digital. Desde sus comienzos, la cadena ha colaborado con entidades como la Cruz Roja, la Fundación Josep Carreras y el Banco de los Alimentos con donaciones que no solo se hacen por compromiso cívico, sino para fidelizar a los clientes que ven un claro retorno de sus compras. Esta rosa no tiene espinas.