Al excargo de Convergència Democrática de Cataluña (CDC) David Madí le molesta que los periodistas hagan su trabajo. Así lo ha explicitado en una entrevista este miércoles en El Món a RAC1, en la que ha criticado a Crónica Global por sacar a la luz el escándalo de Ambulancias Egara relacionado con la causa del 3%, que se instruye en la Audiencia Nacional. Cabe recordar que el que fue uno de los hombres del procés está citado a declarar el próximo mayo como imputado por este caso, ya que la Audiencia Nacional sospecha que podría haber participado en la alteración masiva de los contratos de transporte sanitario en el territorio.
"Este caso se ha ido construyendo con investigación de Guardia Civil y Mossos d'Esquadra, en paralelo durante ocho meses por un medio digital de cloaca española que es Crónica Global", ha manifestado el investigado, que se ha calificado en todo momento de "víctima" pese a estar involucrado en varios casos de presunta corrupción.
En este sentido, Madí ha cargado duramente contra los medios de comunicación al basarse, a su parecer, en un "periodismo de filtración" y ceder ante los funcionarios públicos en lugar de "investigar". Cree que ha sido víctima de intoxicaciones y lo ha justificado con unas deplorables declaraciones comparándose con la víctima de una violación: "Esto es como si me hubiesen violado en manada entre Hacienda, la policía y el juez".
Se sentará en el banquillo
El juez Santiago Pedraz interrogará a Madí el próximo mayo, pero también a José Ramón y Manuel Castarlenas, de la consultora RCM Auditores, así como a María José Cordovilla. Asimismo, tomará declaración al accionista familiar de la empresa Ambulancias Egara, Óscar Simón; al constructor leridano Juan Alberto Arqués; el exdirectivo de Cirsa Fermí Ferrán y el CEO de Egara, Álex García-Gascón. Ello después de la petición de la Fiscalía Anticorrupción, que interesó esas imputaciones con base en el atestado policial que obra en la causa y en las entradas y registros acordados con anterioridad en la sede de la empresa sanitaria.
Tal como avanzó este medio, las pesquisas derivaron en una entrada y registro en las sedes de Ambulancias Egara en Cataluña. Madí y directivos de su confianza se hicieron con esta empresa en 2015. Lo que se cuestiona es si el empresario independentista y ex secretario de Comunicación del Ejecutivo autonómico y sus hombres pudieron alterar la macrolicitación antes de que se celebrara en ese mismo año entrando en una de las empresas adjudicatarias.
Se siente el principal damnificado
Sin embargo, Madí ha asegurado este miércoles que contra él no pesa ningún delito: "Lo único que hay es que yo tenía un pequeño grupo inversor que, en 2012, querían crecer y buscaban inversores. Hicimos lo que era habitual, una opción de compra pagada, y después de un año aquella operación no nos pareció interesante y se deshizo de forma transparente", ha justificado, victimizándose en todo momento y considerándose el principal damnificado por ser "una de las cabezas del procés en la sombra". "Por eso entré a formar parte de todas esas maniobras", ha cargado.
El escándalo de las ambulancias no es un hecho aislado. Y es que cabe recordar que el nombre de David Madí aparece en otros casos como el Triacom, del que ya fue condenado en octubre de 2022 por el Juzgado Penal 23 de Barcelona a 14 meses de prisión y una multa de 219.750 euros tras el juicio contra él y otros siete acusados por una trama de facturas falsas en 2011 en la que participó como cooperador necesario para defraudar a Hacienda.
Sí participó en al menos dos reuniones
Sea como fuere, Madí sí estuvo en el caso ambulancias. Y no solo en un contacto en 2012, como ha reconocido Egara. El ex alto cargo de CDC dirigió la compra desde su despacho del paseo de Gràcia de Barcelona y también intervino en otra reunión en el hotel Don Cándido de Terrassa (Barcelona) en la que tomó parte el constructor leridano Joan Albert Arqués, además de Ferran.
Casualidad o no, la constructora de Arqués, imputada también en el caso 3%, acabó construyendo la sede de Egara en Lleida, uno de los lotes que ganó. Y dos hombres vinculados a Madí, Ferran y García-Cascón --antes en Cirsa y en el FC Barcelona--, irrumpieron en la firma familiar sin poner un euro salvo los avales. Tras ello, uno de ellos mejoró sustancialmente su posición financiera.
"Hinchar la empresa y venderla"
El objetivo, subrayan fuentes conocedoras del caso, era "hinchar la empresa por medio de crecimiento inorgánico, presentándose a concursos públicos y devorando a los rivales con los que presentaban en UTE". Es lo que pasó con Ambulancias Lafuente, la empresa de Rubí con la que Egara se presentó en Cataluña. La hundió a base de impagos del contrato hasta que fue a concurso y se quedó una parte.
Tras ello, Egara irrumpió en Aragón, donde opera aún el concurso de transporte sanitario no urgente. De nuevo, intentó hundir a su socio, la vasca Ambulancias Maiz, pero no lo ha logrado por la resistencia interna. El pulso ha derivado en impagos, una lucha interna, mal servicio y una huelga que aún colea y está sin resolver.