Goirigolzarri: “Seguiremos en Valencia pero orgullosos de nuestras raíces catalanas”

El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, ha insistido en el compromiso de la entidad con Valencia, que alberga la sede social del banco, aunque ha aprovechado la oportunidad para hacer un guiño a sus orígenes catalanes, de los asegura que “somos conscientes y además estamos orgullosos”. 

En el transcurso de la junta de accionistas celebrada este viernes en la capital levantina y a preguntas de algunos asistentes a la asamblea, Goirigolzarri ha dejado claro que, tras la fusión con Bankia, el banco optó por Valencia como sede social “con vocación de permanencia”, lo que hace que el consejo no se plantee una eventual vuelta a Barcelona pero tampoco un hipotético traslado a Madrid.

Consolidado en Cataluña 

“Es muy compatible el compromiso con Valencia con mantener sedes operativas en Barcelona y Madrid que, además, están funcionando muy bien”, ha apuntado el ejecutivo vasco, quien también ha valorado las raíces y valores culturales catalanes con los que cuenta Caixabank.

“Además, hemos consolidado nuestra presencia en Cataluña, somos un factor muy relevante en la financiación de empresas y familias en este territorio”, ha añadido. 

Contexto complejo

La junta ha aprobado todos los puntos del orden del día que se han sometido a votación, entre los que se incluía la reelección del consejero delegado, Gonzalo Gortázar, encargado de transmitir a los accionistas el convencimiento de que Caixabank será capaz de cumplir con los objetivos establecidos en el plan estratégico a tres años. 

No obstante, Gortázar, que pronunció el inicio de su discurso en catalán durante algunos minutos, advirtió del complejo entorno en el que el banco tendrá que operar durante 2023, especialmente por la elevada inflación y el frenazo en el crecimiento ocasionado por los efectos de la guerra en Ucrania y la abrupta subida de los tipos de interés.

Costes al alza

El ejecutivo llamó la atención sobre el hecho de que el servicio de estudios de la entidad estima un crecimiento para España del 1,4% este año (revisado recientemente al alza), que contrasta con el 5,5% que registró el PIB en 2022. 

“El enfriamiento económico tendrá impacto negativo para nosotros y también la inflación, que estimamos que va a cerrar el año por encima del 4% y que, inevitablemente, va a hacer que no podamos repetir la contención de costes que hicimos el pasado ejercicio”.

Firmeza ante las turbulencias

Pese a estos factores, Gortázar ha asegurado que Caixabank está en disposición de afrontar este escenario por la fortaleza de su modelo y que lo mismo es aplicable a las turbulencias financieras generadas por las quiebras de entidades medianas en EEUU y los problemas de Credit Suisse. 

En este sentido, el presidente ha remarcado que el modelo de negocio de Caixabank es radicalmente distinto del de los bancos que se han visto afectados por esta crisis.

“Nuestras fuentes de financiación son muy diversas, como nuestra cartera de inversiones, ya que atendemos a todos los segmentos, desde familias a grandes empresas”, ha recordado para también poner en valor que, en general, la banca española cuenta con “una fuerte dispersión de depósitos”, lo que supone un factor que minimiza los riesgos.