Aepsi renueva su dirección y se vuelca en la formación inmobiliaria

La Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (Aepsi) estrena nueva dirección. La entidad celebró elecciones el pasado mes de diciembre en un proceso que dio como ganadora a Helena Gallardo, que ha sido nombrada presidenta en sustitución de Iñaki Unsain.

Ángeles Nieto es la nueva vicepresidenta de la asociación del sector inmobiliario. Los otros cuatro miembros de la nueva junta son Rodolfo Moreno (secretaría) y Jordi Clotet (tesorería), además de Enric Jiménez y Joaquín Alarcón (vocalías).

Helena Gallardo, presidenta de la asociación inmobiliaria Aepsi

A por los 120 socios

Tras su elección, Gallardo ha señalado a Crónica Global que su objetivo para este mandato es "incrementar el número de socios". Actualmente cuenta con unos 60 inmobiliarios, empresarios y autónomos asociados, una cifra que aspira a "duplicar" en los próximos cuatro años.

Asimismo, se centrará en la formación de los agentes inmobiliarios de comprador que conforman la entidad. De este modo, se buscarán actividades con las que los participantes se puedan distinguir con un "sello de calidad" a través de certificados, títulos, acreditaciones, por ejemplo para legislar en materia de vivienda.

Viviendas en construcción del mercado inmobiliario español / EP

Influencia y expansión

La nueva presidenta también quiere aumentar la influencia como lobi, de modo que "tenga voz en todos los foros y cátedras de vivienda". Y cambiar la imagen del agente inmobiliario de comprador para "que no se asocie con altos presupuestos.

Los agentes inmobiliarios actúan como intermediarios entre el comprador y el vendedor, mientras que los que se especializan en el comprador acompañan en el proceso de adquisición de la vivienda. Esta figura, más implantada en Estados Unidos, ofrece a los nuevos propietarios asesoramiento inmobiliario, legal e incluso sentimental --intentando que las diferentes aspiraciones al buscar vivienda no dañen las relaciones de pareja-- para evitar un problema común: el arrepentimiento de los nuevos dueños de pisos y casas.