La familia Iglesias, una de las sagas de restauradores más famosas de Barcelona, ha dejado atrás la zozobra que sufrieron en pandemia con la fusión de los restaurantes Rías de Galicia y Espai Kru. Los hosteleros han anunciado un "concepto único" en la Ciudad Condal con la puesta en marcha de la nueva marisquería, que une en un solo espacio de 400 metros cuadrados las dos tradiciones.
En una nota, la saga empresarial ha avanzado que el local llevará el nombre de RíasKru. Aunará los conceptos "tradicional y moderno" de las marisquerías de la mano del jefe de cocina Rafa Erbs --ex de Enigma, Pakta o Dos Palillos-- y de Paco Gómez y Rachid Adriouech en sala. El equipo ofrecerá un producto "como debe ser", con piezas de tamaño extragrande que se podrán observar en un vivero de 3.500 litros de agua situado en la entrada.
El concurso, superado
Con el lanzamiento del nuevo cenador, los Iglesias hacen una nueva aportación al panorama gastronómico barcelonés tras la sacudida que sufrieron durante la fase más dura de la pandemia del coronavirus, que obligó a presentar concurso de acreedores.
Como explicó este medio, el Grupo Iglesias consiguió salir adelante con la colaboración a título individual de Manuel Lao, exfundador de la empresa de recreativos Cirsa.
"Patrimonio de Barcelona"
La entrada de Lao en el accionariado del grupo permitirá salvar parte del "patrimonio hostelero de la ciudad de Barcelona", destaca la empresa. RiasKru echa a andar tras la recuperación de Tickets bajo el nombre de Teatro, detalló Crónica Global.
Tras el temporal, el grupo cuenta con el propio RíasKru, A Cañota, el mismo Teatro y la coctelería BackStage, así como su servicio de consultoría logística y culinaria para empresas.
La pandemia hizo daño
Con ello, el escenario gastronómico barcelonés aguanta dos plazas en una tras la sacudida de la etapa virulenta de la pandemia del coronavirus. Las restricciones gubernativas costarno el cierre de diversos restaurantes icónicos y la propia disolución de ElBarri, la joint venture que tenían la familia Iglesias con Albert Adrià.
Tras los cierres obligados por la Administración, los locales de restauración pugnan por aguantar también las terrazas temporales que se instalaron para sortear el Covid y su impacto en espacios interiores.