Desliz mayúsculo en el juicio por presunta estafa que enfrenta a un exgerente de Cafè del Mar Barcelona con un notario barcelonés, al que acusa de presunta estafa. El inversor Joao Cohen, que rigió el mayor lounge club del mundo en el Port Fòrum de Sant Adrià, vio como un socio suyo cometía un traspié de calado al admitir presunto blanqueo de capitales ante el juez, explicando que pasó 150.000 euros en efectivo por la frontera sin declararlos.
Ocurrió la semana pasada en los dos días de vista que pusieron cara a cara a Cohen con el profesional Sergi Gonzàlez. Sobre la mesa estaba la acusación del primero de ser supuestamente estafado por el segundo por una opción de compra de unas parcelas en Formentera que jamás se materializó. Asegura haber perdido 400.000 euros. La parte acusada lo niega todo y Fiscalía, que en un principio se adhirió a la acusación, acabó alineándose con el funcionario público y desbaratando el caso.
"Pasamos 150.000 euros en metálico por la frontera"
El caso está visto para sentencia, por lo que ahora depende del magistrado decidir si la opción de compra se vehiculó correctamente o no. Eso sí, durante los días de juicio celebrados la semana pasada, salió a la luz un elemento que eclipsó al resto: una presunta admisión de blanqueo de capitales en vivo y en directo ante todas las partes, también el juez.
Declaraba un socio de Cohen. Cuando le preguntaron a éste como abonaron un primer pago de la opción, el inversor aseguró que "lo había hecho en metálico". Incauto, agregó que había sido con "150.000 euros en efectivo que se transportaron por la frontera francesa". Ello constituyó un reconocimiento de supuesto blanqueo de dinero a pie de tribunal, algo que raramente ocurre.
"Alguien podría ser detenido aquí y ahora"
Eso sí, el ministerio público, que inicialmente había dado crédito a las acusaciones del querellante, aseguró a viva voz que "no tendría en cuenta" la aportación del declarante, porque de lo contrario "alguien podría tener que ser detenido en esta misma sala".
En efecto, de la declaración del socio de Cohen se desprende que el efectivo no se declaró a las autoridades tributarias, lo que supone un presunto delito de blanqueo de capitales. Al menos una admisión de haberlo cometido, a viva voz delante del titular del juzgado de Instrucción número 10.
Pieza de culpabilidad
Sea como fuere, el desliz no es el único que persigue al que fuera gerente de Cafè del Mar Barcelona hasta que lo desahuciaron. Joao Cohen, en la actualidad sin domicilio conocido ni cuentas bancarias a su nombre, se enfrenta a un procedimiento concursal que contiene una pieza de culpabilidad que se fallará próximamente. Si ese caso prospera, el directivo portugués podría ser descalificado para hacer negocios.
Lo mollar es qué inversores abrieron el mayor sunset club del mundo en la Ciudad Condal en verano de 2017. El principal impulsor, Ignacio Soler, fue arrinconado por sus socios a los pocos meses de abrir. El segundo, Cohen, se atrincheró en el club y tuvo que ser desahuciado. Llegó a llevar guardaespaldas y a embestir la discoteca con su vehículo de alta gama. Finalmente, el negocio se desvinculó del pasado y ahora opera con otro nombre.