Más de 130.000 millones han huido del Ibex desde los máximos de hace 15 años

Por el camino se han esfumado algo más de 130.000 millones de euros, producto de la difícil travesía por tres crisis que han dejado tocada a una economía española que, en aquel cierre de 2007, asombraba al mundo al acumular 14 años consecutivos de elevado crecimiento, los cinco últimos por encima del 3%.

Aquel 2007, la capitalización conjunta del Ibex-35 superó por vez primera el medio billón de euros y finalizó el ejercicio levemente por encima de los 550.000 millones, lo que suponía en aquel momento algo más del 51% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. 

Una realidad que poco tiene que ver con la actual, con una capitalización del indicador que apenas supera los 420.000 millones y que representa en torno a un tercio del tamaño de la economía española, que también es mayor que el de hace 15 años pese a no haberse recuperado aún del desplome provocado por la pandemia.

Por encima de 16.000 puntos

Los días 8 y 9 de noviembre de 2007 seguirán durante largo tiempo en la historia bursátil como aquellos en los que el Ibex llegó hasta terrenos nunca antes transitados desde su creación en 1992, con un punto de partida fijado en 3.000 enteros. 

En concreto, el 8 de noviembre se registró el cierre más alto, en 15.945 puntos; al día siguiente, se fijó el máximo histórico intradía, en 16.040 puntos (aunque aquella jornada terminó con descensos). Cifras frente a las que palidece la cota de 8.100 puntos que el selectivo trata estos últimos días de superar.

Las grandes víctimas

Buena parte de la inversión que ha huido del parquet español se concentra en valores como Telefónica, Santander y BBVA. En la actualidad, la suma de sus capitalizaciones ronda los 95.000 millones de euros, aproximadamente un 10% menos de lo que a finales de 2007 se pagaba en bolsa sólo por la operadora. Entre los tres, acumulaban un valor por encima de 261.000 millones. 

El tamaño bursátil de Telefónica se ha reducido algo más de cinco veces, mientras que el de los dos bancos se ha quedado en la mitad, en línea con la trayectoria del propio Ibex. Pero no han sido los únicos. Endesa ha perdido en este periodo algo más de 19.000 millones de capitalización, mientras que Repsol se ha dejado por el camino más de 10.000 millones, una tercera parte de lo que valía. 

El consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, y la presidenta, Marta Ortega, en la última junta de accionistas del grupo / EP

Por entonces, eran los valores señeros del indicador, que ahora está liderado por Inditex, que ha seguido la trayectoria completamente opuesta y ha triplicado su tamaño en bolsa, pese a que en la actualidad cotiza francamente lejos de sus máximos históricos; y por Iberdrola, que ha elevado un 25% su capitalización. Movimientos que compensan parte de la sangría sufrida por el resto de grandes valores.

Tras alcanzar esos máximos históricos, la primera oleada de la gran crisis financiera de finales de aquella década provocó uno de los mayores terremotos sufridos por el Ibex. Entre diciembre de 2007 y octubre de 2008, el indicador se hundió algo más de un 50%; es decir, en apenas diez meses se situó en cotas similares a las que muestra estos días y que realmente no ha podido superar. 

Inestabilidad política

Después del fin de aquella crisis, el Ibex ha tratado de volver por dónde solía pero en vano, sin acercarse siquiera a aquellas cifras de finales de 2007, que resultaron ser tan poco consistentes como los crecimientos económicos de aquellos últimos años antes del estallido de la burbuja. 

El enésimo intento de recuperación se vio frustrado, primero por la inestabilidad política que siguió a las elecciones generales de finales de 2015, que precisaron de una repetición meses después para derivar en un segundo Gobierno Rajoy, esta vez en minoría, que terminó por sucumbir a la moción de censura en el ecuador de la legislatura. 

Fachada de Wall Street / EP

Y después, por la crisis del coronavirus seguida de la provocada por la abrupta recuperación y la tensión en los precios energéticos agravada por la invasión rusa de Ucrania. 

Tradicionalmente desacompasada de los principales mercados internacionales, la bolsa española no ha sido capaz de recuperar aún las cotas que registraba antes de la irrupción del Covid-19. Ni mucho menos protagonizar una más que notable recuperación que llevó a plazas como Wall Street, Francfort, París o Sao Paulo a registrar sus máximos de todos los tiempos entre junio y diciembre de 2021. 

Alineada con la bolsa italiana

El balance del Ibex 35 en estos 15 años frente a los índices de referencia no admite comparación. En este tiempo, la bolsa brasileña, una de las principales en el grupo de los emergentes, ha subido cerca de un 80%; Francfort y Tokio, un 75%; y Wall Street merece capítulo aparte, con avances del 145% para el Dow Jones, del 155% para el S&P 500 y de cerca del 290% para el Nasdaq, pese a que 2022 ha sido uno de los peores ejercicios de los últimos tiempos en la Bolsa de Nueva York.

Más discreto ha sido el comportamiento de París y Londres, aunque también registran avances desde finales de 2007, en torno al 15%. En Europa, algo parecido a lo del Ibex cabe encontrarlo en la Bolsa de Milán, con descensos del 38%. La plaza italiana vivió sus momentos de máximo esplendor en los últimos meses del pasado siglo, toda vez que sus máximos datan de febrero de 2000.