Iván Fernández (Devicat): "El 'hub' de las Tres Xemeneies debe acoger el sector del videojuego"

Primero llegaron las grandes tecnológicas, después las startups y ahora la industria del videojuego. Barcelona se ha convertido en un polo de atracción tanto para las firmas más indies como para los grandes estudios que abren delegaciones en la capital. En este contexto, Devicat se está posicionando como la voz del sector. Su presidente, Iván Fernández Lobo, pone en valor la aportación económica (y social) de los videojuegos en el tejido local y manda un recado a la Administración: la nueva economía digital debe tener en cuenta a las videoconsolas.

--Pregunta: Devicat ya lleva un tiempo de andadura, ¿cuál es su situación ahora mismo?

--Respuesta: Devicat nació hace tres años, aunque en los dos primeros años ha estado algo más latente. En este año ha empezado una actividad más visible y pública. Ahora mismo tiene 28 socios y otros cinco o seis en proceso de entrar en la asociación. Es curioso que lo diga yo, pero la asociación no trabaja para sus socios, sino para la comunidad [risas]. Estamos intentando crear una comunidad de personas y somos una organización muy horizontal donde tienen el mismo peso una empresa pequeña que una multinacional.

--¿Pero son más bien estudios locales o sucursales de grandes empresas?

--Trabajamos con empresas de capital catalán, pero también con empresas de fuera instaladas en Cataluña. No distinguimos por territorio, sino por actividad. Tratamos por igual a las empresas que forman parte del ecosistema de producción y publishing de videojuegos, porque en la mayor parte de casos están lideradas por equipos locales. Trabajamos conjuntamente y es un ejemplo de una de las comunidades, la catalana, privilegiadas y más colaborativas que hay a nivel europeo.

--¿Por qué vienen a Barcelona los desarrolladores de videojuegos?

--El sector se está expandiendo y tiene que buscar el talento allí donde esté. Ya no sirve aquello de "esto lo desarrollo en Silicon Valley y que todo el mundo venga aquí". Otra cosa es que se expanda antes en unos lugares que otros. En este sentido, Barcelona tiene una buena comunidad de base y ha sido una región atractiva para el talento creativo e innovador. Esta gente elige vivir en Barcelona porque encuentra más gente parecida. Cruzas cualquier semáforo o entras en cualquier cafetería y te hallas con gente trabajando en videojuegos en un nivel sénior.

Un aficionado a los videojuegos sostiene el mando de una videoconsola / EP

--¿Las grandes compañías que ponen un pie en la capital lo hacen para desarrollar aquí sus títulos o para prestar otros servicios como márketing, atención al cliente...?

--La mayor parte desarrollan videojuegos. De hecho, Barcelona se ha convertido en un polo reconocido a nivel europeo. Cuando hablamos de desarrollo de videojuegos, hablamos de que los operan. Son videojuegos con una vida casi indefinida como los de Ubisoft, Activision o King, que van creciendo en temporadas. Hay también empresas que entran porque están estableciendo otro tipo de operaciones y que, una vez están asentadas, deciden abrir también desarrollo, como FunPlus.

--Hasta ahora este crecimiento de la industria se ha basado mucho en el juego para móvil, ¿no?

--Barcelona y Cataluña crecieron mucho alrededor del juego móvil, pero ahora mismo se está equiparando. Ya han aterrizado los estudios del sector triple A, de consola y PC. Hay muchísimos estudios independientes que hacen juegos con éxito comercial, tenemos ejemplos como el de Gris. Y eso hace que se creen estudios muy interesantes que han permitido ampliar ese espectro de desarrollo. Hay una comunidad importante en la realidad virtual que, en el momento en el que pegue un empujón, habrá una gran base de talento. Es un ecosistema muy completo y en crecimiento.

--Y en el pique Barcelona-Madrid, ¿quién va en cabeza?

--No creemos que exista ni que interese tampoco fomentar la idea de que hay un pique entre ambas ciudades. Son dos de los ecosistemas más fuertes de Europa y quizás si es cierto que Barcelona ha adelantado por la izquierda a Madrid en los últimos años. Lo que ha supuesto una diferencia grande en Barcelona ha sido la visión de comunidad, el sueño común. En Madrid hay grandes estudios de desarrollo como Electronic Arts, Epic Games, Mercury Steam, Tequila Works... más enfocados en PC y consola, pero hasta ahora han trabajado más desconectados. Esto está empezando a cambiar por suerte para España.

--¿Y cómo les ve la Administración?

--Cataluña ha sido un banco de pruebas. Hemos llevado a la Administración un poco de la mano. Cuando llegué aquí con el proyecto de Gamelab en 2011...

--¿Gamelab fue el embrión de Devicat?

--Fue el embrión de muchas cosas, de la Barcelona y Cataluña que hoy conocemos en el mapa internacional del videojuego. Gamelab puso a esta comunidad en el radar y les hizo creerse que era posible. Fue cuando empezó a crearse esa imagen de marca. También tuvo la importancia de aprender junto a la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona y de L'Hospitalet, Acció... para sacar adelante a la comunidad. Ha sido una mesa de trabajo durante más de una década que ahora muestra sus resultados.

--¿El hub de las Tres Xemeneies cómo incidirá en la industria?

--Estuvimos en la concepción del hub, que en un principio iba a ser del audiovisual, y conseguimos que fuese del audiovisual y del videojuego. Siempre el sector del videojuego ha peleado por no verse incluido dentro del paraguas audiovisual porque tiene unas dinámicas distintas. Intentaremos trabajar conjuntamente con la Administración para que el hub de las Tres Xemeneies acoja el sector del videojuego. Tomo suma y hay que buscar las colaboraciones para que Barcelona crezca en oportunidades.