La banca pone el foco en el control de la morosidad ante la subida de los préstamos hipotecarios / EFE

La banca pone el foco en el control de la morosidad ante la subida de los préstamos hipotecarios / EFE

Business

La banca sitúa el control de la morosidad como prioridad en los próximos trimestres

El Banco de España constata un desplome en la concesión de hipotecas, en un contexto en el que la inflación disparada y el incremento de los tipos de interés han encendido las alarmas en el sector

26 octubre, 2022 00:00

El actual contexto macroeconómico, con la combinación de una inflación disparada y un evidente riesgo de recesión, ha llevado a las entidades financieras a volver a situar al frente de sus prioridades el control de la morosidad con el fin de evitar que se repita la situación de la anterior crisis financiera, cuando las tasas se elevaron claramente por encima del 6%.

Al inicio de la pandemia el sector prestó especial atención a la mora ante el temor de que la situación económica derivada de la irrupción del virus y el consiguiente parón de la actividad provocara un incremento de los impagos. Sin embargo, las medidas de ayuda aplicadas por el Gobierno y las que diseñó el sector en apoyo de sus clientes hicieron que los temores, manifestados explícitamente por los propios ejecutivos de las entidades, se fueran disipando de forma progresiva. 

Cambio de paso

Con el paso de los trimestres y los efectos de la recuperación económica, los objetivos se movieron hacia cuestiones como el repunte de la rentabilidad, compensar el coste del capital ante el fin de la era de los tipos negativos y reducir costes. 

Sin embargo, el panorama que se cierne ahora sobre las principales economías occidentales, incluida la española, ha obligado al sector a volver a cambiar el paso. La invasión rusa de Ucrania ha acelerado el incremento de la inflación y ha desencadenado una respuesta por parte de los bancos centrales mucho más agresiva de lo esperado para tratar de contener el alza de los precios.

Cóctel explosivo 

Además, la situación también ha derivado en una crisis energética en Europa que se ha situado como problema prioritario en el seno de la Unión Europea ante la llegada del invierno. 

El extraño cóctel de una inflación disparada y una amenaza de recesión en las principales economías, junto a alzas inéditas en los tipos de interés, dibuja un panorama muy complicado para las familias, que podría derivar en serios problemas para el sector financiero, que ya se ha puesto manos a la obra para evitarlo. 

Frenazo hipotecario

Por lo pronto, el Banco de España ya ha constatado un serio frenazo en la concesión de préstamos hipotecarios. Los datos del regulador afloran un descenso en la concesión de este tipo de créditos inéditamente intensa en los últimos 14 años, precisamente desde aquel 2008 en el que empezaron a manifestarse los síntomas de la gran crisis que estaba por llegar.

Un escenario que los bancos quieren evitar a toda costa. Además de endurecer las condiciones para la concesión de créditos, en este contexto también se enmarcan las negociaciones que el sector lleva a cabo con el Gobierno para establecer medidas con vistas a que los colectivos más vulnerables puedan hacer frente a la subida de costes de los préstamos ante la complicada situación que ya padecen en sus economías personales.

 

En este sentido, las patronales bancarias AEB y CECA han realizado una propuesta que se basa en la posibilidad de prolongar un máximo de cinco años la amortización de las hipotecas de aquellas personas en situación de vulnerabilidad por bajo volumen de renta, de forma que la rebaja que produce en las cuotas mensuales por la ampliación del vencimiento compense las alzas por la escalada del euríbor.

El sector se muestra abierto a otras posibles medidas que eviten, en cualquier caso, una cadena de impagos que tensionen unas ratios de morosidad que han logrado controlar en lo peor de la pandemia y que ahora vuelven a estar en peligro de descontrol. 

El problema número uno

De ahí que la prudencia ya se ha extremado a la hora de la concesión de nuevos préstamos, con especial atención al mercado hipotecario. Las entidades consideran que la progresiva revisión al alza de las cuotas por el efecto de las subidas de tipos podrían compensar una más que probable contracción de la producción de este tipo de préstamos.

Recientemente, la presidenta de Santander, Ana Botín, admitió en una conferencia internacional sobre el sector que el alza de los precios se había convertido en la mayor inquietud en el entorno macroeconómico, para lo que empleó una frase muy ilustrativa: “La inflación es actualmente el problema número uno, número dos y número tres”.

En primera línea

Durante esta semana, las entidades financieras cotizadas presentarán sus cuentas correspondientes a los nueve primeros meses del año; como es habitual, Bankinter se adelantó una semana a la hora de publicar sus cuentas, de las que el banco destacó el dato de morosidad, que se redujo al 2,1%.

La consejera delegada, María Dolores Dancausa, hizo especial hincapié en la cifra, a la que se refirió como la más baja de todo el sector en España; preguntada en rueda de prensa por los efectos de la situación económica en la morosidad, la ejecutiva se mostró optimista sobre la capacidad de la entidad para mantener la variable bajo control. Un síntoma de que la banca ha empezado desde hace tiempo a hacer los deberes en esta materia.