Banca y Gobierno se han movilizado ante las alzas de los préstamos hipotecarios / EFE

Banca y Gobierno se han movilizado ante las alzas de los préstamos hipotecarios / EFE

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El diferencial hipotecario se dispara 300 puntos y moviliza a Sánchez y la banca

Las entidades financieras y el Gobierno ultiman acuerdos para tratar de neutralizar el efecto de la subida de los tipos en los préstamos a tipo variable

21 octubre, 2022 00:00

Un auténtico tsunami hipotecario se cierne sobre aquellos firmantes de un préstamo a tipo variable que vayan a revisar la cuota en la recta final de año. A falta de poco más de un semana para que finalice el mes de octubre, todo apunta a que el euríbor cerrará el mes con una media holgadamente por encima del 2,5%, lo que significa que el diferencial a 12 meses se irá por encima de los 300 puntos básicos.

La circunstancia, derivada de la intensidad con la que el Banco Central Europeo (BCE) está elevando los tipos de interés para tratar de detener la espiral inflacionista en la zona euro, ha forzado a que tanto el Gobierno como el sector financiero se movilicen para tratar de llegar a un acuerdo que permita amortiguar los efectos de las abruptas subidas hipotecarias a los colectivos más vulnerables. 

Cambio de escenario

Cabe recordar que en octubre de 2021 el euríbor, tipo empleado como referencia para la mayoría de las hipotecas a tipo variable que se firman en España se situaba en una media de -0,477%, un porcentaje que, curiosamente, se repetía al cierre de enero de este mismo año, cuando los pronósticos coincidían en estimar una posible subida del precio oficial del dinero como pronto a finales de año y, además, muy suave, en torno a 25 o 50 puntos básicos. 

La invasión de Rusia a Ucrania, de la que se cumplirán ocho meses la próxima semana, modificó por completo el escenario, hasta el punto de que desde entonces el euríbor se ha disparado algo más de 250 puntos básicos, un movimiento inédito en tan corto espacio de tiempo, que ha hecho que las cuotas hipotecarias que se reprecien en esta recta final de año lleguen a multiplicarse incluso por más de tres. 

Negociaciones

Desde hace unas semanas, el Gobierno, a través del Ministerio de Asuntos Económicos, y el sector financiero, con las patronales AEB y CECA, están trabajando en una serie de medidas para evitar que estos movimientos bruscos se traduzcan en una presión añadida para los colectivos más vulnerables que ya de por sí están sufriendo de forma notable del efecto del incremento de los precios.

En el sector financiero también se persigue que esta situación afecte lo menos posible a sus ratios de morosidad, que se están manteniendo e incluso reduciéndose pese a los negros augurios que aparecieron como consecuencia de la pandemia, pero que en estos momentos regresan ante la amenaza de una entrada en recesión por los efectos negativos del conflicto bélico.

La información que ha trascendido hasta la fecha habla de una propuesta de la banca que consiste principalmente en prolongar el plazo de amortización de los préstamos hasta un máximo de cinco años adicionales para aquellos clientes de rentas más reducidas, con el fin de que las cuotas se vean reducidas.

El Gobierno, que ha trasladado el contenido de estas negociaciones al BCE, analiza la propuesta que, de llegarse a aprobar tendría una duración de doce meses y obligaría a todos los bancos que se adhirieran a ella a aplicarla a los clientes que estuvieran bajo determinados parámetros.

Discrepancias en Moncloa

Entre ellos figurarían un incremento de la cuota mensual superior al 30%, unas rentas de la unidad familiar inferiores a 24.000 euros y que el coste de la hipoteca representara una parte significativa de los ingresos del hogar.

Los detalles que ha trascendido del borrador en el que trabajan las partes ya ha generado las primeras discrepancias en el Gobierno. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha considerado insuficiente la propuesta de la banca, a la que ha pedido que avance más en su oferta. Al mismo tiempo, ha cargado contra los bancos centrales por decretar subidas de tipos de interés de forma tan intensa que han provocado un terremoto en el sector hipotecario. 

Aplicar el acuerdo

Mientras, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha evitado pronunciarse este jueves sobre el posible acuerdo entre la banca y el Gobierno dado que aun no se ha alcanzado un pacto definitivo, por lo que ha preferido ser prudente. 

En cualquier caso, la ejecutiva ha manifestado durante la presentación de resultados de los nueve primeros meses su disposición a que el banco que dirige aplique las medidas que finalmente se aprueben en favor de los clientes más vulnerables. 

Morosidad en mínimos

No obstante, Dancausa ha recordado que Bankinter presta apoyo a este tipo de prestatarios antes de que estallara esta situación. “Somos los primeros interesados en que ninguno de nuestros clientes lo pase mal y siempre hacemos todo lo posible para ayudarles”. 

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de las cuentas del banco ha sido precisamente su tasa de morosidad, que se situó a cierre de septiembre en el 2,1%, una de las más bajas del sector.