Raurich, Batallé, Schaeidt… los grandes patrimonios catalanes huyen de las sicav
Los recientes cambios normativos y el más que probable incremento del impuesto de sociedades han provocado una estampida del otrora vehículo favorito de las grandes fortunas
13 octubre, 2022 00:00La salida masiva de grandes patrimonios del segmento de las sicav se ha prolongado durante la segunda parte del ejercicio y ha afectado a ilustres nombres del empresariado catalán, que han decidido poner fin a su experiencia con este tipo de vehículos, cuyos estímulos fiscales se han reducido con el paso del tiempo.
Apellidos como Raurich, Batallé o Schaeidt Murga han protagonizado los últimos movimientos de liquidación de sicavs o bien de su transformación en sociedades convencionales, especialmente a raíz del endurecimiento de los requisitos para mantener una mínima tributación por el impuesto de Sociedades.
45 millones bajo gestión
Provenientes de sectores diversos como los de distribución, hostelería, alimentación o industria química, estas familias mantenían patrimonios bajo gestión de sus respectivas sicav que sumaban en torno a 45 millones de euros.
Una de las últimas familias que ha decidido transformar su sicav es Batallé, propietaria de uno de los negocios cárnicos más prósperos de Cataluña, que cuenta con más de cien años de antigüedad.
Un imperio cárnico
Con una facturación próxima a los 300 millones de euros, Cárnicas Batallé han forjado un notable patrimonio familiar que se cuenta entre los 200 más voluminosos de España, según la última relación de fortunas destacadas del país que publica anualmente el diario El Mundo.
Parte de éste se gestionaba a través de la sicav Deulonder Inversions, bajo la tutela de Bankinter. Tras la aprobación de las modificaciones legales que exigían a las sociedades de este tipo un mínimo de cien socios con participaciones a partir de 2.500 euros para poder seguir tributando Sociedades al 1%, los Batallé optaron por la transformación de la sicav en una sociedad convencional.
Un negocio fronterizo
Un camino que también tomará el poseedor de otro de los grandes patrimonios del territorio: la familia Raurich, propietarios del grupo La Tramuntana, con una diversificada cartera de negocios, especialmente enfocados en la distribución y la hostelería.
Afincados en la zona fronteriza de La Jonquera, los Raurich registraron la sicav Musandam hace cerca de diez años. En la actualidad, gestionan un patrimonio en torno a 14 millones de euros con este vehículo que, en breve, pasará a ser una sociedad de régimen ordinario, según comunicó el pasado verano a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la gestora Caixabank Asset Management, encargada de tutelar la sicav.
Diversificación
En principio, los Raurich habían decidido proceder a la liquidación sin más de la sicav al no poder adaptarse a las nuevas condiciones para obtener ventajas fiscales; finalmente, mantendrán la sociedad aunque fuera del régimen de instituciones de inversión colectiva, una medida que está a la espera de la convocatoria de la pertinente junta de accionistas para ejecutarse.
Actualmente, el grupo La Tramuntana, que tiene su origen a mediados de la década de los cuarenta, cuenta con siete supermercados distribuidos entre los municipios de La Jonquera y El Portús, con una superficie total de 15.000 metros cuadrados; además, varios establecimientos de perfumería, locales para tiendas de moda y, en el área de hostelería, cuatro restaurantes y un hotel. Su facturación ronda los 70 millones de euros.
En la puerta de salida
De origen centroeuropeo, la familia Schaeidt Murga también figura entre los grandes patrimonios del territorio gracias a la trayectoria del grupo Morchem, especializado en adhesivos para laminados, empleados especialmente en embalaje para la industria alimentaria, y en el desarrollo del poliuretano.
Su sicav Inversiones Bargue, a través de la que gestionan una cartera valorada en cerca de 14 millones de euros, abandonará próximamente los registros oficiales de las instituciones de inversión colectiva, como muchas otras desde comienzos del presente ejercicio.
El más que probable incremento del impuesto de Sociedades antes de que finalice la presente legislatura ha provocado una nueva estampida de estos vehículos por parte de algunos de los grandes patrimonios, que habían optado por mantener el régimen de sicav aunque tuvieran que tributar al 25%.