Los promotores del polémico tanatorio de Sants han pactado con su rival Áltima para entrar en el mercado funerario barcelonés. Funeraria San Ricardo ha llegado a un acuerdo con el operador privado para hacerse un hueco en el mercado del final de la vida allí donde ésta no opera.
Lo explican fuentes del sector, que recuerdan que San Ricardo ha acordado con el grupo de la familia Ventura para meter un pie en el sector funerario donde esta última firma no tiene presencia. Por el contrario, Áltima se llevaría los servicios donde el operador de la familia Almirall Bellido no tiene instalaciones pero sí fuerte implantación de los seguros de deceso, como Nou Barris, donde su nuevo socio eleva un nuevo tanatorio.
El sector asegurador, clave
En esta ecuación, efectivamente, existe un elemento que une a ambos operadores: los seguros de deceso. Como informó este medio, los Almirall Bellido tienen participaciones en el sector de las transferencias de riesgo por medio de Ocaso, Eterna y Gesconta. Esa cartera es apetecible para Áltima, que busca hacer mella en un mercado en el que el operador mayoritario es Serveis Funeraris de Barcelona (Sfb).
Ese doble juego de los promotores del controvertido tanatorio de Sants es beneficioso para llegar a ententes con terceros operadores, como la propia Áltima, pero coloca a los inversores fuera de la ley. La ordenanza funeraria de Barcelona prohíbe explícitamente que los agentes de seguros lleven a cabo actividad de final de vida. Preguntado por ello, el ayuntamiento no ha contestado a este medio.
Dos marcas más: tanatorios del Eixample y Horta
San Ricardo trata de establecerse como operador en la capital catalana. Como avanzó Crónica Global, intentó instalarse en el barrio de Poble-sec, pero el gobierno municipal elevó una moratoria exprés de nuevos tanatorios para evitar que floreciera otro conflicto vecinal como el de Sants en un barrio que es más favorable en lo electoral a BComú, partido dominante en el Ejecutivo local. Más, cuando las próximas elecciones municipales se celebrarán en mayo de 2023.
El nuevo player del sector funerario barcelonés ha registrado las marcas de Tanatorio del Eixample y Tanatorio de Horta-Guinardó, lo que abriría la puerta a plantar su bandera en dos distritos más de la segunda mayor ciudad española. Las dos presuntas salas de vela están domiciliadas en el coworking en el que San Ricardo tiene domiciliada su sociedad.
Batalla en la justicia
El proyecto de expansión de los promotores del tanatorio de Sants cobra importancia toda vez que existe una auténtica batalla judicial para detener las obras del proyecto. Un grupo de vecinos que confluye en la plataforma Stop Tanatori ha impugnado el plan urbanístico y la licencia de trabajos al considerar que la ubicación no es idónea y pide a través de los tribunales frenar la sala de velas.
Los recursos judiciales están en un tribunal de primera instancia y en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que determinará si el armazón urbanístico y el permiso de obras se ajustan a la legalidad. Si no lo hacen, sí se impone adoptar medidas cautelares.
La moratoria 'olvidó' al de Sants
Asimismo, el crecimiento del operador que prevé implantarse en Sants, que no ha contestado a las preguntas de este medio, se enmarca en la moratoria que rige en la Ciudad Condal para construir nuevas salas de vela. La prohibición de abrir más velatorios, no obstante, dejó fuera al más polémico de ellos, el que acondiciona San Ricardo junto a la estación ferroviaria de la capital catalana.
El discutido equipamiento junto al hub del AVE ha sido tramitado con cierta laxitud municipal, por cuanto el gobierno ha asegurado que los permisos, al ser actos reglados, tenían que tramitarse. Por contra, la postura del Ejecutivo fue mucho más antagonista en Sant Andreu, con otro proyecto de tanatorio que impulsaba Mémora. Este último proyecto sí acabó desplazado.