Un ganadero lácteo limpia una vaca lechera / EFE

Un ganadero lácteo limpia una vaca lechera / EFE

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La sequía también pasa factura a los productores de leche

Los estragos de la ola de calor, sumados al encarecimiento de los precios, golpean a los ganaderos pero sin que haya riesgo de desabastecimiento

5 septiembre, 2022 00:00

La situación era preocupante antes del verano, pero la sequía que asola Cataluña aún la ha empeorado. Si el pasado julio Unió de Pagesos alertó de que los ganaderos habían reducido en 1,7 millones de litros su producción de leche debido a la crisis de precios, el calor ha tensionado todavía más las vaquerías.

Ello se debe a que las cosechas de forraje han sido peores de lo que se esperaba. Pau Barnés, miembro de la sectorial bovina de Unió de Pagesos, pone cifras al recorte de herbáceas: "En mi caso, he cosechado un 30% menos de cereal que el año pasado por causa directa de la sequía". La situación es generalizada entre los productores catalanes, muchos de los cuales cultivan su propio alimento para el ganado.

Impacto de la inflación

Además, los propietarios han encajado las limitaciones de riego en algunos territorios especialmente afectados por las altas temperaturas. Josep Maria Freixa, presidente de Jarc en Barcelona, pone el ejemplo de Osona y Girona, donde el control del agua ha dado la puntilla a las cosechas. Por otro lado, las tareas de recolección se han avisto agravadas por la escalada inflacionaria que gravita sobre el conjunto de la economía desde principios de año.

"Gastamos mucha energía tanto en las granjas como en los campos y, por tanto, ahora pagamos más. Solo para cosechar la factura eléctrica nos ha subido un 25%. Se ha encarecido todo, también los fertilizantes. Ya en enero el precio de los cereales subió muchísimo", lamenta Barnés. Los portavoces de ambos sindicatos agrícolas apuntan que, en previsión de esta difícil coyuntura, muchos productores decidieron antes del verano comprar grano fuera para complementar sus reservas. Con el consiguiente gasto añadido para sus cuentas de explotación.

Agricultores y ganadores protestan contra el encarecimiento del precio de la leche /EP

Agricultores y ganadores protestan contra el encarecimiento del precio de la leche /EP

Sacrificios de ganado

Esta tormenta perfecta ha acentuado el sacrificio de cabezas de ganado para intentar cuadrar los números. Freixa y Barnés inciden en que se trata de una medida extrema, pero también recuerda que entre marzo y julio de este año se han sacrificado 2.000 reses debido a la mala situación económica en el sector.

Se teme que la triple crisis desencadenada por la inflación, las malas cosechas y unos precios que consideran injustos por parte de la industria aumente este recurso de última necesidad. ¿Cómo afectará esta suma de factores al abastecimiento de leche?

Sin riesgo al desabastecimiento

Pese a que las caídas en la producción son innegables, los datos manejados por la Generalitat atenuan su impacto. Según los últimos datos de la Consejería de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, el pasado junio se efectuaron entregas de leche cruda a primeros compradores por 60.213 miles de litros.

Algo este guarismo está por debajo del mismo mes del año anterior, cuando se entregaron 61.638 miles de litros, se ubica en la media de los ejercicios 2014-2020 de 60.018 miles de litros [las cifras pueden consultarse aquí].

Solución: importar más leche

Es cierto que algunos ganaderos consultados por Crónica Global elevan estas caídas mensuales hasta el 15% o 20%, pero las cifras oficiales minimizan las pérdidas generales. Ahora bien, los productores recuerdan que Cataluña y el conjunto de España son deficitarios en leche. Efectivamente, el balance comercial nacional es negativo: por cada tonelada exportada, España importa cuatro de países como Holanda, Francia y Alemania.

Freixa advierte de que se está "rozando el límite" para garantizar leche suficiente para los consumidores y la industria transformadora. Por su parte, Barnés sentencia que "se tendrá que importar más leche" para cubrir la demanda y que la sequía ha vuelto a demostrar el "maltrato hacia los productores" en Cataluña. Actualmente, la comunidad tiene 399 granjas de vacas, la mitad que hace 10 años.