Multa en Islas Baleares a una empresa de los actuales gestores del Barcelona Nautic Center, el varadero de la Ciudad Condal. Formentera Mar ha encajado una sanción de 676.000 euros por utilizar unas oficinas del puerto de la isla pitiusa como un hotel irregular, un asuntos sobre el que, preguntado por este medio, el grupo no ha querido comentar. 

Un surtidor de combustible en Marina Vela, el puerto del hotel W Barcelona / Cedida

Lo ha avanzado Diario de Ibiza, que ha precisado que la sanción, impuesta por el Consell Insular de Formentera, la acaba de refrendar el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB). El castigo se centra en el uso turísitico de un inmueble con camarotes que, en teoría, estaba destinado a acoger a las tripulaciones de los barcos. 

200 euros al día

Según la sanción que viene de confirmar el TSJIB, Formentera Mar comercializaba estos camarotes por 200 euros al día. De hecho, lo continuó haciendo pese a que el juzgado le había apercibido que era ilegal hacerlo. 

El asunto deriva de un abuso de la concesión de 1993, que establecía que en el puerto de Formentera habría 16 camarotes para la pernoctación de las tripulaciones de las embarcaciones. El Consell regularizó su uso turístico en 2011, pero la actividad quedó prohibida por la Ley de Puertos de 2014. 

Multa

En el ínterin, en 2012, Formentera Mar ya encajó una primera multa de 36.000 euros por hacer uso turístico de los alojamientos. El operador incumplió la sentencia judicial, por lo que el Consell Insular decretó el precinto de la actividad e inició un expediente sancionador. 

La administración isleña constató que el concesionario explotaba los camarotes por medio de una comercialización on line que iba de los 85 euros al día a los 200. El beneficio total de la firma que dirige el empresario del cemento Nicolás Mayol habría sido de 238.000 euros, por lo que la multa se fijó en 676.000. Es la que ha sido confirmada por el TSJIB

Fuera de Marina Vela

La multa a la enseña balear viene en un momento delicado para Formentera Mar, pues acaba de ceder la concesión de Marina Veka Barcelona, el puerto deportivo de lujo más nuevo de la capital catalana. Como explicó este medio, ocurrió por la decisión de los fondos de inversión de orillar a los mallorquines de la gestión tras incumplir la concesión y acumular una abultada deuda. 

Eso sí, la compañía sigue gestionando el varadero o Barcelona Nautic Center, uno de los concesionarios que resultará beneficiado por la celebración de la Copa América en 2024.