La desproporcionada subida de los futuros eléctricos lleva a Bruselas a mover ficha
Desde mediados de agosto y en apenas 10 días, los contratos a corto y medio plazo registraron subidas de entre el 55% y el 70% y encendieron todas las alarmas en el Ejecutivo comunitario
31 agosto, 2022 00:00La Comisión Europea mantuvo una actividad negociadora frenética en los últimos días en torno al mercado energético que derivó en el anuncio de una próxima intervención para evitar que las alzas del gas ruso siga disparando los precios de la electricidad. Una abrupta subida registrada en el mercado de futuros precipitó los acontecimientos en el Ejecutivo comunitario.
Aunque Bruselas no se caracteriza por la agilidad de sus decisiones, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sorprendió este lunes con anuncios como una cumbre urgente de ministros de Energía para la próxima semana y medidas para intervenir el mercado de la electricidad.
Alarmas encendidas
La rápida actuación de Bruselas vino motivada por las alertas que ha generado el comportamiento de los contratos de futuros de la electricidad desde mediados de agosto, con alzas de entre el 55% y el 70% en apenas diez días.
Los pronósticos en torno a un invierno muy complicado en el Viejo Continente, incluso con cada vez más elevadas previsiones de restricciones y cortes de suministro debido a la crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania, se han visto reflejados en los precios de los contratos a corto y medio plazo.
Un comportamiento que ha afectado incluso al mercado ibérico, cuya volatilidad se había moderado desde la entrada en vigor del tope a los precios del gas para la generación eléctrica que los gobiernos de España y Portugal acordaron con la Comisión.
Sin embargo, y también de forma abrupta, los precios comenzaron a dispararse a mediados de mes. En concreto, los contratos referenciados a 30 días pasaron de cotizar en el entorno de 150 euros por megawatio/hora a rozar los 245 en poco más de una semana, entre los días 15 y 23 de agosto.
En apenas diez días
Aún más intensa fue la subida de los futuros trimestrales. En la actualidad cotizan cerca de 270 euros por MW/h, cuando iniciaron agosto algo más de 100 euros por debajo de esta cota.
De hecho, los precios para la segunda mitad del próximo ejercicio se sitúan entre 380 y muy cerca de los 400 euros por MW/h, pese a que apenas hace 15 días cotizaban entre 160 y 175 euros.
A la espera de concrección
La tendencia se ha visto corregida y aumentada en el resto de Europa, más amenazada en cuanto al suministro energético para el próximo invierno por su elevada dependencia del gas ruso. Las restricciones aplicadas por el Gobierno liderado por Vladímir Putin a la hora de dar servicio a sus principales clientes ha provocado tanto un incremento de los precios del gas como de la incertidumbre en torno a si la oferta será suficiente para cubrir el incremento de demanda derivado de la bajada de las temperaturas en los meses siguientes.
Aunque aun no se conocen las medidas concretas que adoptará Bruselas, la presidenta Von der Leyen habló de una intervención temporal del mercado eléctrico. Podría asemejarse a la aplicada en la Península Ibérica, que se considera un territorio aislado energéticamente del resto del continente debido a la escasez de interconexiones.
Excepción ibérica
La llamada excepción ibérica establece un límite inicial de 40 euros por MW/h para el precio del gas destinado a la generación de electricidad por un plazo de 12 meses en el que se incrementará hasta llegar a los 50 euros.
La aplicación de esta medida ha abierto una profunda brecha entre los precios que registra el mercado mayorista ibérico y los que se dan en el resto de Europa. No obstante, esta diferencia no se aprecia de forma tan radical en el recibo, toda vez que en este se carga una compensación para las plantas de ciclo combinado, que generan electricidad con el gas como materia prima.
Reforma
La mayoría de los expertos han alabado la medida de la Comisión Europea aunque estiman que llega demasiado tarde y que, al ser de aplicación temporal, no solventará la raíz del problema. Es decir, la dependencia del gas procedente de Rusia.
No obstante, la intención de Bruselas también pasa por hacer una reforma más en profundidad del mercado eléctrico. Podría poner fin al empleo del sistema marginalista aplicado hasta ahora y que hace que la última tecnología en entrar en el pool sea la que fije el precio para todo el suministro en una determinada franja horaria, lo que ha dejado a los mercados a merced del disparado precio del gas en los últimos meses.