‘Rate 0’: así fue la hora en la que la tormenta paralizó el aeropuerto de El Prat
Los controladores aéreos trabajaron a destajo por las lluvias, el viento y el granizo, que obligaron a poner en espera a 20 aviones y derivar otros 24 a pistas alternativas
19 agosto, 2022 00:00Caos en el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. Aena declaró el rate 0 este miércoles por las fuertes tormentas que cercaron la infraestructura, que quedó totalmente inoperativa hasta las diez de la noche. Ningún avión podía despegar ni aterrizar. Los pilotos contactaban con la torre de control de Gavà y los controladores aéreos se ocuparon de forma individualizada de cada aeronave para lograr reconducir la situación, ante la imposibilidad de tomar tierra.
En total, 20 aviones quedaron en espera dando vueltas en los alrededores de Barcelona. Muchos pilotos, ante las previsiones meteorológicas y la incapacidad de descender a pista, decidieron ir a los aeropuertos alternativos marcados por cada aerolínea. Hasta Reus, Girona, Valencia, Alicante y Palma de Mallorca fueron derivadas 24 aeronaves a petición de los aviadores. “Hubo momentos que por las condiciones del viento no pudieron aterrizar”, explica Pau Marí, controlador aéreo en El Prat y portavoz del sindicato USCA.
24 aviones desviados
Varios comandantes, ante las previsiones del tiempo y el combustible del avión, eligieron tomar rumbo a los aeropuertos alternativos. Un total de 24. “La compañía tiene que especificar un aeropuerto alternativo en el plan de vuelo, luego el piloto es el que decide si esperar o aterrizar en otro lugar”, recalca el controlador aéreo.
Los 24 aviones derivados la noche del miércoles por el temporal fueron de Air Arabia, easyJet, Vueling (10), Blue Air, Brussels, Ryanair (3), Maersk Air Cargo, Wizz Air (2), Lufthansa, PLAY, Iberia y British Airways. El principal problema se debió que el viento no venía de cara para poder aterrizar e incluso era variable, lo que propició que fuera decretado el rate 0 en el aeropuerto de El Prat por Aena.
La tormenta acaba con los protocolos establecidos
“Lo primero es la seguridad”, remarca Marí en diversas ocasiones. No es de extrañar que en pro de la protección de los pasajeros y las aeronaves se dejaran atrás los protocolos establecidos. “Muchos pilotos alertaban que si seguían la ruta establecida se metían de lleno en la tormenta, por lo que tenía que ser derivado a otro itinerario alternativo”, explica el controlador.
De hecho, esto provocó que se dejaran atrás algunas normativas antirruido, como la de virar hacia el mar para no atravesar las zonas costeras de Viladecans, Gavà y Castelldefels o no pasar tan cerca de la ciudad de Barcelona. “Cuando hay tormenta no hay procesos estándar. Se realizan más comunicaciones con el avión, que debe ser coordinado entre el piloto y el controlador”, advierte el portavoz de USCA.
Seguridad: despliegue de controladores
Para mantener esta seguridad en el segundo aeropuerto del país, Enaire --gestor de la navegación aérea en España y el Sáhara Occidental-- reforzó la plantilla en la sala de control y se juntaron sectores, para equilibrar la carga de trabajo. Las conexiones aire-tierra se realizan mediante dos controladores: el ejecutivo y el planificador. Este último es el encargado de alertar al siguiente compañero que, por las condiciones meteorológicas, la aeronave entrará de forma diferente por el cuadrante del que es responsable.
Esta operación logística de primer nivel para evitar incidentes es fundamental, más teniendo 20 aviones sobrevolando el cinturón barcelonés, que “son muchos”, asegura Marí. “Todos los que estaban descansando o estaban a punto de acabar su turno se quedaron por detrás para ayudar, ocho ojos ven mejor que cuatro, por compañerismo”, asegura el controlador de El Prat. En este sentido, pese a las incidencias durante el rate 0 se lograron evitar accidentes y otro tipo de afectaciones en la infraestructura.
Esta noche también se han dado lluvias, aunque menos agresivas, sobre las pistas pratenses. Esto ha provocado retrasos y ha vuelto a tensionar a los controladores aéreos. No obstante, lejos de lo que sucedió el miércoles donde todo se paró durante casi una hora en plena temporada de agosto, cuando los aviones entran y salen del aeropuerto de Barcelona-El Prat continuamente.