El turismo, una industria sostenible, eficiente y que relata el territorio
El Gobierno de Euskadi, el Ayuntamiento de Barcelona, Vueling y la consultora Metyis debaten sobre los nuevos retos y la transformación de la primera industria del país tras el Covid
14 julio, 2022 00:00España recibió a más de 3,1 millones de turistas en 2021, año en que aún estaban vigentes las restricciones de la pandemia. Los no residentes regaron con 34.800 millones de euros el territorio, una de las cifras más elevadas de toda Europa que demuestran la fortaleza de un sector que ya ha recuperado la actividad de 2019, año récord, en los últimos cinco meses. Pero el parón del coronavirus y la recuperación posterior han abierto el debate de hacia dónde debe ir una industria que ya había iniciado el camino de la sostenibilidad y que ahora hace frente al superar todos los atributos negativos vinculados al sol y playa que la llevaron al mapa mundial en la década de los 70.
"La sostenibilidad turística tiene una vertiente ecológica, cultural y económica”, explica el consejero de Turismo, Comercio y Consumo de Euskadi, Javier Hurtado, en los Desayunos Globales del Grupo de Medios Global (GMG). Ha compartido mesa con el concejal de Turismo e Industrias Creativas del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Marcé; el presidente y consejero delegado de Vueling Airlines, Marco Sansavini; y el associate partner de la consultora Metyis, Remigio Lluch, en un acto celebrado en la sede central del grupo en Barcelona.
Fondos Next Generation
Por parte de los gestores de la actividad, los 3.500 millones que los fondos Next Generation reservan para los cambios necesarios en la industria representan una oportunidad de oro para completar esta transformación que ya se ha iniciado. Ahora, con todos los recursos necesarios para construir las “experiencias únicas” que cada vez buscan más los visitantes y que también se quiere potenciar por parte de los promotores.
“Nosotros aceptamos cualquier turista que sea responsable y que respete nuestras ciudades, pueblos y entornos --remarca-- nos da igual que sea de lujo y visite nuestros restaurantes Michelin o que venga en bicicleta y vaya a una sidrería”. En contrapartida, se les deben ofrecer estos planes casi al detalle con unos servicios de primer nivel, “y no se consiguen sin unos empleos de primer nivel”, que pasan tanto por los salarios como por la conciliación. Marcé comparte esta reflexión y pide que se aborde el “prestigiar” a lo que él denomina la “economía del visitante”.
Flexibilidad del mercado laboral español
El debate sobre el empleo es otro de los vectores que se identifican como claves de la nueva industria que ya empieza a ser una realidad. Desde Vueling aportan un mensaje optimista sobre cómo el sector aeroportuario español ha aprovechado la flexibilidad del mercado laboral para capear la crisis del coronavirus y ahora, a las puertas del verano de la recuperación, puede responder a las demandas de los usuarios que han vuelto a volar dentro de Europa como lo hacían antes de estallido de la pandemia.
“Ahora que vuelve la actividad se puede contar con el apoyo de todas las personas”, relata Sansavini, “es una gran diferencia con aeropuertos como el de Ámsterdam que ha tenido que renunciar al 30% de su actividad”. Indica que se han topado con una falta de mano de obra que no pueden suplir ni que quieran porque, simplemente, no existe. “Nosotros hemos sobrevivido a la crisis sin un solo despido”, remarca.
2030, la aviación de hidrógeno será una realidad
Vueling ya cuenta con las primeras experiencias exitosas de vuelos con bajas emisiones y combustible sostenible. Su presidente y consejero delegado defiende que las inversiones que se hagan ahora serán claves para llegar a una aviación sostenible que defiende que es aún más respetuosa con el entorno --y más económica-- que los trenes de alta velocidad si se consigue pasar página de los combustibles fósiles.
Y se pasará. Sansavini defiende, igual que hace Airbus, que en 2030 los primeros aviones de pasajeros de hidrógeno serán una realidad y que en 2050 se podrán eliminar de los cielos los modelos actuales. “Es parte del futuro de la humanidad”, declara, “existen etapas intermedias que ya estamos allí”. De nuevo, la clave es asegurar las inversiones que fomentarán que esta evolución prosiga.
Destinos que cuenten relatos
Pero todo ello no servirá de nada si no se da con estas “experiencias personalizadas”, tal y como pone el acento Lluch, los relatos sobre los sitios que se visitan. “Hoy el consumidor quiere ser el protagonista, y eso no tiene nada que ver con una cuestión de postureo, quieren contar dónde han estado”, no ser simples espectadores.
“Nosotros aspiramos a un tipo de turista que cuando venga a Barcelona haya reflexionado un minuto qué puede aportar a la ciudad y qué aportará la ciudad para él”, añade Marcé, “porque las ciudades tienen sus dinámicas y no cambiarán para él”. En clave local, indica que los esfuerzos actuales de su concejalía están enfocados en conseguir que “la gente esté uno o dos días más en la ciudad” y, para ello, le deben “explicar mejor” la capital catalana.
Ser más competitivos
Reconoce que el ayuntamiento ha sido restrictivo con las tipologías de lugares de pernoctación y que, por eso, deben “poner todos los esfuerzos en que los hoteles estén lo más cerca del 100% de ocupación”. Demanda, asimismo, que suban los costes de pernoctaciones para huir de la mera competición por los precios.
Todos coinciden en que el escenario pospandémico obliga a ser más competitivo desde todos los puntos de vista, en imponerse a otros destinos análogos en atractivos pero también en el plano empresarial. Sin olvidar el avance hacia la sostenibilidad. Y es que, tal y como recuerda el responsable de la consultora Metyis, el consumidor ya penaliza a los que son incumplidores con el medio ambiente.