Una planta afectada por las heladas tras una ola de frío, en una imagen de archivo / EUROPA PRESS

Una planta afectada por las heladas tras una ola de frío, en una imagen de archivo / EUROPA PRESS

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¿Habrá melocotones y nectarinas este verano? Las heladas de abril destruyeron el 70% de las cosechas

El sector facturará 380 millones de euros menos y prevé la presentación de expedientes temporales de regulación de empleo

19 mayo, 2022 17:58

Las heladas y el granizo de abril en Cataluña destruyeron el 70% de los cultivos de melocotones y nectarinas y el 40% de la producción de almendras, lo que provocará grandes pérdidas en estos sectores.

En el caso de los agricultores de las frutas de hueso, facturarán este año 380 millones de euros menos y consideran la opción de presentar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por la sobrevenida reducción del trabajo.

Pérdidas e incremento de costes

El presidente de comité de Hueso de Afrucat, Benjamí Ibars, ha apuntado que las heladas de abril han provocado daños “muy fuertes” en la fruta. De hecho, ha remarcado que una afectación como esta no se veía desde hacía 40 años. La cosecha esperada era de alrededor de 550 millones de kilos y solo se llegará, finalmente, a los 165,5 millones.

Por su parte, la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) cifra en 2.805 toneladas de almendra la producción prevista para la campaña 2022-23, frente a las 4.805 toneladas del anterior ejercicio; es decir, una caída del 41,6% atribuible a las heladas de abril.

Menos trabajo

En el caso de la fruta de hueso, los agricultores han advertido de posibles ERTE en las centrales de fruta y cooperativas, dada la escasa producción para vender. De hecho, hay cuatro empresas que ya han solicitado los expedientes de regulación temporal de empleo y se espera que sean más a partir de septiembre u octubre, cuando hay menos actividad.

En este escenario, el director general de Afrucat, Manel Simon, ha destacado que esta campaña de verano está marcada por un incremento de costes de entre el 35% y el 40% debido a la guerra de Ucrania y al precio de la energía. Todo ello, junto al alza de los transportes y los embalajes “que van subiendo semana a semana”, ha asegurado.

Invertir en sistemas antiheladas

La presidenta de Afrucat, Montse Baró, ha explicado que como sus principales competidores son países europeos, como Italia o Francia, que no han sufrido estos problemas, el precio no podrá compensar la caída de la producción. La organización ha apostado por invertir más en sistemas de protección, ya sea antiheladas o antigranizo.

Por su parte, el director general de Empresas Agroalimentarias, Calidad y Gastronomía, Joan Gòdia, ha remarcado que ayer se llegó a un acuerdo para compensar las “pérdidas excepcionales” en los cultivos de este año. Todavía sin concretar, ha anunciado que el 50% correrían a cargo del Departamento de Acción Climática y el otro 50% se ha pedido al Gobierno que las asuma.

Almendro de regadío

Por lo que respecta a las almendras, Lleida es una de las provincias más afectadas, con una reducción de la cosecha del 45% en el conjunto de las 15.960 hectáreas en producción, mientras que el descenso será del 35% en Tarragona, con una superficie de 13.947 hectáreas. El conjunto de la superficie productiva de Cataluña es de 30.473 hectáreas, ya que también hay 545 en Barcelona y 22 en Girona.

El responsable de la fruta seca de la FCAC, Josep Pere Colat, ha alertado de que “se va consolidando la entrada en producción de las nuevas plantaciones de almendro en regadío en Cataluña y, eso, puede poner en riesgo la continuidad de las explotaciones tradicionales de secano, que no debemos de olvidar que actúan como garantes del equilibrio territorial en zonas donde no es viable ningún otro cultivo”.

Almendra ecológica

En relación a la almendra ecológica, por primera vez se dispone de datos que permiten situar la previsión de cosecha en 164 toneladas de almendra en grano, de las que 85 corresponden a Tarragona, 80 a Lleida y 3 a Barcelona, con una superficie total de 2.255 hectáreas.

Por último, el sector de la algarroba prevé una disminución del 26,7%, pasando de 15.000 toneladas de la campaña anterior a las 11.000 de esta. En este caso, el descenso se debe al período de sequía de noviembre a febrero y, posteriormente, por al exceso de humedad por las lluvias entre marzo y abril, que provocaron defoliaciones y la caída de los frutos.