Mario Draghi, presidente del BCE, en una imagen de archivo. Finanzas. 'Hilfe! / EFE

Mario Draghi, presidente del BCE, en una imagen de archivo. Finanzas. 'Hilfe! / EFE

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Draghi blinda más a Atlantia para evitar la compra por ACS

Giampiero Massolo, diplomático y considerado hombre de Estado, deja la presidencia de la naval pública Fincatieri para poder ser nombrado en la junta de la concesionaria la próxima semana

21 abril, 2022 00:00

Italia sigue levantando muros para evitar que Atlantia acabe en manos extranjeras, tras la ofensiva de los fondos GIP y Brookfield, con el apoyo de ACS. El Estado ha allanado el terreno para que Giampiero Massolo, diplomático de carrera y muy ligado a la República desde tiempos lejanos, pueda afectar la propuesta de la familia Benetton y convertirse en presidente no ejecutivo de la concesionaria. 

Una estrategia que permite al primer accionista de la compañía estrechar relaciones con el Estado y también con el Gobierno, notablemente deterioradas desde la tragedia del puente Morandi, en 2018. Y también, una maniobra que permite al establishment italiano estar más cerca de una de las grandes corporaciones que aún quedan en el país, y cuya situación financiera y bursátil le ponen en la diana de los grandes fondos de invesión, como ya ha sucedido con Telecom Italia.

Relevos en empresas públicas

En las últimas horas se han hecho oficiales importantes cambios en los órganos de gobierno de empresas controladas por el departamento del Tesoro de la República italiana, a través de la entidad Cassa de Depositi e Prestiti (CDP). De ellas, la más destacada por su tamaño es la naval Fincatieri (un equivalente a la Navantia española, aunque en este caso cuenta con una pequeño porcentaje en bolsa producto de un proceso de privatización parcial).

La CDP ha procedido a relevar de la presidencia no ejecutiva a Giampiero Massolo para situar en su lugar a un militar de carrera, el general Claudio Graziano. Más allá de la incidencia para Fincatieri, el movimiento libera a Massolo para que la próxima semana pueda ser nombrado miembro del consejo de administración de Atlantia en la junta general que la compañía celebrará en Roma.

Estrechar lazos

El nombre de Massolo integra la lista de consejeros propuesta por los Benetton para la asamblea de la concesionaria. Hasta la mesa de Edizione, el holding que administra las participaciones industriales de la familia ya habían llegado ofertas no vinculantes por Atlantia y muestras de interés por llevar a cabo una operación corporativa.

A la hora de articular un movimiento defensivo, y al margen de la opa acordada con el fondo Blackstone para excluir a Atlantia de bolsa, los Benetton no han dudado en estrechar lazos con las jefaturas del Estado y el Gobierno tras un largo periodo de tensiones que han terminado precisamente con las concesiones de la compañía en suelo italiano en manos de la CDP.

Caida en desgracia

Atlanta cayó en desgracia en el verano de 2018, cuando el hundimiento de un paso elevado en uno de los tramos gestionados por la compañía, en las proximidades de Génova, causó la muerte de 43 personas. Tras meses de investigaciones y negociaciones entre las partes, aquel Gobierno liderado por Giuseppe Conte terminó por castigar a Atlantia con la obligatoriedad de poner a la venta Autostrade per l’Italia (Aspi), la filial que agrupaba las concesiones de autopistas en el país.

Han transcurrido casi dos años desde entonces, la operación está a punto de culminarse y muchas cosas han cambiado tanto en el Palazzo Chiuraggi, sede del Gobierno italiano, como en la gobernanza de los Benetton, tras el fallecimiento del patriarca Luciano Benetton.

Nueva gobernanza

El nuevo patrón de la saga, Alessandro Benetton ha optado por una vía más conciliadora y dialogante con un Ejecutivo que, además, ahora preside el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi, sin ataduras ideológicas ni de carnets políticos. 

El resultado más evidente se ha plasmado en la presencia de Massolo en la lista de Edizione y su relevo en Fincatieri, que le llevará directamente al consejo de Atlantia y, probablemente, a ser elegido después presidente no ejecutivo.

Un hombre de Estado 

Con una dilatada carrera diplomática, Massolo fue durante cinco años secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano, además de asesor del primer ministro en cumbres del G8 y el G20 y director general del Departamento de Información para la Seguridad del Ejecutivo italiano. 

Se trata de un perfecto conocedor de los movimientos entre bambalinas de la política transalpina y poseedor de una privilegiada agenda de contactos en los ámbitos público y privado. Algo que le resultará de especial utilidad a Atlantia para terminar de blindarse en lo que se extiende su proceso de exclusión de bolsa con el que los Benetton pretenden asegurarse su control.

Objetivo, Abertis

Tras el anuncio de la opa defensiva a 23 euros por acción, los planes de ACS, cuya intención era unirse a la oferta de GIP y Brookfield para hacerse con las concesiones de autopistas y levantar una gran corporación del sector tendrán que cambiar, en busca de posibles activos de los que la compañía pueda desprenderse para reducir deuda.

En este sentido, el oscuro objeto de deseo es Abertis, de la que Atlantia controla el 50% del capital más una acción (el resto ya está en manos de ACS). Sin embargo,se trata de un activo absolutamente estratégico para la empresa italiana, con un notable peso en su cuenta de resultados y su transacción se antoja por el momento poco menos que quimérica.