El yate Aurora, de Andrey Molchanov, consejero delegado del gigante ruso LSR Group, ha dejado Barcelona hoy. La nave ha abandonado el Puerto de la Ciudad Condal, donde permanecía en reparación en MB92, porque su propietario no está incluido en la nueva ronda de sanciones contra oligarcas aprobadas por la Unión Europea (UE) por la guerra en Ucrania, aunque sí en anteriores.
Lo ha avanzado en sus redes sociales el exagente de la CIA y activista por la paz Alex Finley, que ha alertado de que el Aurora ha dejado la capital catalana a mediodía. El buque, de 74 metros de eslora, se encontraba en el complejo de refit MB92, donde sí ha sido incautada en ejecución de las sanciones el yate Valerie, de Sergey Chemezov, consejero delegado de Rostec.
Sanciones
Por contra, el Aurora no ha sufrido el decomiso temporal, pese a que se había colocado en la diana por la invasión rusa de Ucrania, como explicó este medio. Sí han encajado medidas punitivas el propio Valerie, el Lady Anastasia, de Alexander Mijeev, inmovilizado en Calvià (España) y la nave Crescent, de propietario desconocido, tomada en Tarragona.
Asimismo, el Puerto de Barcelona ha ofrecido para embargo el amarre de 160 metros de eslora que tiene por medio de una sociedad chipriota Alisher Usmánov, máximo accionista de Metalloinvest. El atraque, situado en Marina Port Vell, cuesta unos 20 millones de euros, según algunas fuentes. No ha recibido sanción ninguna, por ahora.
Debate por la guerra
El seguimiento casi al minuto de los grandes esloras de magnates rusos ha comenzado después de la agresión bélica de Rusia a Ucrania. Activistas por la paz como el propio Finley o consorcios de periodistas han explorado el paradero de las naves de placer de los altos empresarios del país agresor considerados cercanos al presidente Vladímir Putin.
Pese a la conmoción social, embarcaciones como el propio Aurora, o el Solaris, del inversor y exdueño del Chelsea FC Roman Abramovich, o el Galactica Supernova, de Vagit Alekperov (Lukoil) han podido dejar el Puerto de Barcelona sin problemas. Sus dueños no están sancionados, o no en esta ocasión, por lo que no hay cobertura legal para actuar contra ellos.