El presidente de CEOE, Antonio Garamendi / EP

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi / EP

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Garamendi frena el malestar interno de CEOE con las pensiones

El sector crítico de la patronal considera que la organización ha sido demasiado condescendiente con el Gobierno en este tiempo y acusan al presidente de haber cedido mucho terreno

21 noviembre, 2021 00:00

El plante de la CEOE en las últimas horas a la reforma de las pensiones que prepara el Gobierno ha tenido un componente más interno de la propia organización empresarial de lo que pudiera parecer. Su presidente, Antonio Garamendi, se ha puesto a la cabeza de la manifestación contra medidas como el mecanismo de equidad intergeneracional o la subida de las cotizaciones presionado por un tenso clima interno, que ha tenido que apaciguar con una demostración de mayor firmeza.

La idea en el seno de la patronal es que el Ejecutivo de Pedro Sánchez está yendo demasiado lejos hace algún tiempo con medidas que están perjudicando de forma seria al tejido empresarial español sin que haya una repuesta suficientemente contundente por parte de la CEOE. Una circunstancia que achacan a la actitud de Garamendi, que consideran que ha sido demasiado condescendiente.

Reacción tardía

El malestar es profundamente visible en el caso de las organizaciones que representan a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y los autónomos, que estiman que CEOE debería haber puesto “pie en pared” mucho antes.

Tanto es así que, aunque aplauden la reacción de Garamendi con la reforma de las pensiones, estiman que llega demasiado tarde y tras haber firmado antes del pasado verano una primera fase de esta reforma con el Gobierno y los sindicatos.

Tregua con el coronavirus

En la patronal siempre han valorado la capacidad de diálogo de su actual presidente pero, ya incluso antes de la pandemia, el sector más crítico consideraba que debería ser algo menos diplomático, especialmente después de que se conocieran las primeras líneas del nuevo Gobierno de coalición, en el que el área laboral está en manos de Unidas Podemos.

Con la llegada de la crisis del coronavirus, se dio una tregua al entender que se trataba de un momento excepcional en el que los agentes sociales tenían que ir de la mano en la medida de lo posible para que la situación se estabilizara cuanto antes y se pudiera iniciar rápidamente la senda de la recuperación.

Gobierno y agentes sociales se reunen para abordar la prórroga de los ERTE / EP

Gobierno y agentes sociales se reunen para abordar la prórroga de los ERTE / EP

Aunque hubo algunas críticas internas con determinadas cesiones en los diferentes acuerdos para prolongar los ERTE, los tambores de guerra no empezaron a sonar hasta que la agenda reformista del Gobierno comenzó a mostrar sus primeras páginas tras haber atravesado los peores momentos de la crisis del Covid-19.

Las críticas internas coinciden en señalar que Garamendi debería haber sido más proactivo, sin ir más lejos en su comunicación con otras patronales europeas y también con los lobis y la propia Comisión Europea.

El ejemplo del sector energético

“La prueba la hemos tenido con el sector energético, que ha obligado al Gobierno a dar varios pasos atrás a base de elevar la voz en Europa y empezar a mover lobis y despachos de abogados”, apuntan en fuentes próximas a la patronal.

La situación ha derivado en una cierta división interna que, por ahora, no ha ido más allá de expresar en voz alta los disensos, aunque sí ha sido suficiente para hacer reaccionar a Garamendi y sus principales apoyos en la organización.

En pie de guerra

Las medidas que pretende implantar Moncloa en materia de pensiones, especialmente el incremento de las cotizaciones, ha terminado por poner en pie de guerra a la patronal pero ahora su presidente sí se ha situado en primera línea del frente.

No obstante, la idea es que llega tarde. El acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos será suficiente para sacar adelante la segunda parte de la reforma y a la CEOE solo le resta el recurso de acudir a Bruselas, “algo que tenía que haber hecho mucho antes porque, ahora, puede que las consecuencias se nos vengan encima”.

Inquietud por la marcha económica

Las últimas informaciones que provienen del entorno comunitario apuntan a la posibilidad de que España vea recortada la cuantía de fondos europeos prevista si finalmente saca adelante la reforma del sistema de pensiones sin el consenso exigido por la Comisión Europea.

Mientras, en la patronal bajan las aguas revueltas. En el ambiente flota la sensación de que la situación económica comienza a tomar tintes preocupantes y que su capacidad de actuación ha quedado limitada. El peligro de quedar arrinconados ronda por la sede de la madrileña calle de Diego de León en la que hace tiempo que tocan a rebato.