El veto hotelero que levantó el gobierno de Ada Colau en Barcelona frenó la llegada de cadenas internacionales a la Ciudad Condal. Un estudio revela que el cerrojazo de licencias ahuyentó a las firmas globales que captan "visitantes con altos patrones de gasto".
Es lo que dice un trabajo conjunto que firman la escuela de negocios EAE y la consultora hotelera 3 Capital Real Estate. Según el informe avanzado por Hosteltur, la moratorio, primero, y el plan hotelero, después, impactaron negativamente en el aterrizaje de alojamientos de firmas globales que atraen a visitantes con altos niveles de gasto "y consumo extra-hoteleros", esto es, fuera del establecimiento. Ello fue así porque hubo cadenas --como Four Seasons-- que no pudieron establecerse en la capital catalana pese a ser "de segmentación alta".
Menos empleo
Los operadores que vieron frustrada su entrada en el mercado barcelonés presumen de "modelos de gestión innovadores y ratios de personal / huésped por encima de la media". Por lo tanto, la moratoria y el Peuat, derribado por los tribunales, tuvieron también un efecto sobre el empleo.
Lo que sí hubo fue un efecto-inflación de los hoteles que ya operan en la Ciudad Condal. Las restricciones a nuevas aperturas "han beneficiado especialmente a las hoteleras ya establecidas en la ciudad, que han visto reforzada su posición de manera inesperada". ¿Por qué? "Por las inmensas dificultades que esas regulaciones suponen para la entrada de nuevos competidores", apostillan escuela de negocios e intermediaria.
Los hoteles que ya están valen más
Hubo más efectos. La imposibilidad de crear nueva oferta de nuevo cuño en Barcelona propició que las cadenas globales optaran por la vía de los acuerdos con operadores que ya estaban en la ciudad. ¿Qué consecuencia tuvo ello? "Un efecto perverso de revalorizaciones patrimoniales de tipo especulativo y una inflación sobrevenida en el mercado de inversión", concluyen los analistas.
Lo que es más, ese aumento de precio de los hoteles no significó que sus dueños los gestionaran mejor: el incremento de valor fue un factor "coadyuvada por la administración pública", apostillan los dos autores del estudio.