El Puerto de Barcelona ha dado luz verde a que el Museo Hermitage abra una filial en la ciudad. El consejo de administración de la Autoridad Portuaria (APB) ha aprobado la concesión a los promotores de la subsede de la pinacoteca rusa después de que el gobierno municipal pidiera ayer "más tiempo" para estudiar el nuevo proyecto, que incluye una entente con la Fundación del Gran Teatre del Liceu.
El plácet del Puerto se ha formalizado durante el consejo de administración de la APB de mayo. Ha sido un mes después de que el mismo órgano de gobierno aplazara la decisión a petición, precisamente, del Ayuntamiento de Barcelona, que tiene dos representantes en el ente. En abril, la Administración local exigió dilatar el plazo de decisión. Ayer repitió, y hoy el Puerto ha hecho caso omiso y dado el visto bueno a la inversión.
El ayuntamiento vota no
El sí del Puerto a la concesión a los promotores del Museo Hermitage, que tienen dos meses para presentar su proyecto, es provisional. Se trata de un trámite administrativo que dependerá del aval posterior de la Administración local. El ayuntamiento se reservó el derecho a autorizar o vetar la galería con la firma de un convenio con la APB.
Por ahora, lo factual es que el equipo de Mercè Conesa, presidenta del Puerto, ha respondido con firmeza al desafío planteado por el el gobierno municipal de BComú y PSC. Los dos partidos pidieron ayer "más tiempo" para estudiar el proyecto conjunto de Hermitage con el Liceu. La Autoridad Portuaria no ha esperado más --como ocurrió en abril-- y ha dado otro paso con el voto en contra del consistorio, según ha avanzado Metrópoli Abierta.
Presión social y ciudadana
La concesión del Hermitage supone desbloquear parcialmente un proyecto que lleva nueve años gestándose. No obstante, el ayuntamiento puede vetarlo amparándose en el acuerdo al que llegó con el Puerto para la modificación del planteamiento de la zona de la Nova Bocana, donde se elevará el edificio singular proyectado por Toyo Ito.
No lo tendrá fácil. Por un lado, porque vetar la obra cuando sus promotores --el fondo Varia y la firma Cultural Development Barcelona-- ya han logrado la concesión del terreno les podría costar una demanda judicial. Problemas con la justicia que se añadirían a las causas abiertas contra BComú por las subvenciones a afines y el caso Buenos Aires. Y por el otro porque el clamor social y vecinal por el Museo Hermitage crece. Hasta 85 entidades vecinales y patronales lo apoyan. Y la pinacoteca ha logrado el respaldo de la Fundación del Liceu, una jugada de pizarrín que ha descolocado al gobierno municipal.