Cataluña cuenta con una red de más de 500.000 autónomos que han ido fluctuando al alza y a la baja en los periodos postcrisis de 2009-2014, con 533.612, y en 2015-2020 con 545.762, de media. No obstante, la nueva crisis pandémica del Covid-19 ha destruido durante 2020 el 3,3% de los trabajadores por cuenta ajena y el 0,8% de los autónomos catalanes. Unas cifras que podrían ir en aumento si las ayudas a estos colectivos no se materializan en los próximos meses.
De media, durante estos 12 años analizados en el informe Els autònoms a Catalunya 2009-2020 de la patronal de la pequeña y mediana empresa, el número medio anual de autónomos ha sido de 540.000 personas, que representan el 17,7% del total de cotizaciones a la Seguridad Social en Cataluña. Elisabet Bach, presidenta de autónomos Pimec, ha recordado que este colectivo “es mucho más estable” aunque “la pandemia ha magnificado la problemática de los últimos años”. De hecho, las ayudas directas del Govern y el Gobierno no han llegado a gran parte de ellos.
Servicios e industria
La mayoría de los autónomos en Cataluña se concentran en actividades del sector servicios, donde su peso supera el 20% del total de personas empleadas. Dentro de este, el subsector comercio y reparaciones, con el 22,6%, y hostelería y restauración, otro 20,7%, son los dos con un porcentaje más elevado de empleados de este colectivo y que más han sufrido las restricciones impuestas por el Govern para frenar la pandemia del coronavirus.
El Departamento de Trabajo de la Generalitat ha destinado 468.35 millones de euros en el plan de ayudas del primer trimestre de 2021 para profesionales autónomos afectados económicamente por el Covid-19, junto a personas incluidas en un ERTE. En total, 187.392 trabajadores del colectivo recibirán una ayuda de 2.000 euros este primer trimestre, menos de un 35% del total de 543.534 de los autónomos que han sobrevivido a las restricciones en Cataluña.
Descenso general de autónomos
La última década ha estado marcada por un decremento de las personas autónomas en Cataluña, sea como pequeños empresarios (dando trabajo a terceras personas) como empleados únicos de su actividad. En 2009, este colectivo representaba el 19,4% de los trabajadores, un 20% en 2014 con un leve crecimiento que llevaría a un descenso en 2019 del 17,7%.
No obstante, las variaciones del PIB las sufre más el trabajador asalariado o por cuenta ajena. Este empleado de un tercero pierde más empleo durante las crisis económicas y genera más durante la recuperación, mientras el autónomo no va paralelo al producto interior bruto, con una estabilidad que provoca leves fluctuaciones en el sector. Esto explica que la pandemia del Covid se haya llevado por delante al 3,3% de las personas asalariadas y tan solo al 0,8% de los autónomos en Cataluña.
Restricciones Covid
Las fluctuaciones económicas las resisten mejor, aunque Bach ha recordado que en el caso de 2020 no es comparativamente igual a la crisis financiera de 2008. Las restricciones “han dificultado la normalidad del trabajo”, especialmente en la movilidad y en lo que se refiere al transporte de productos, sector en el que el 23,5% de los trabajadores era autónomo en 2020.
La pandemia ha reducido de 547.991 en 2019 a 543.534 autónomos en 2020 (un 0,8% menos), con descensos del 2% en el sector agrícola, el 6,5% en la industria y el 0,4% en servicios. Respecto a los trabajadores por cuenta ajena ha pasado de 2.556.480 a 2.472.100 de 2019 a 2020, una bajada del 3,3%, siendo más acusada en los empleados en servicios (un 3,8% menos) a causa de las restricciones más duras a la hostelería y el comercio en Cataluña.