"No aviséis a los Mossos": polémica en el corazón logístico de Cataluña
Un mensaje interno del jefe de seguridad de GLS, líder en paquetería, siembra dudas sobre los envíos sospechosos de llevar drogas
5 mayo, 2021 00:00¿Quién controla que los envíos de paquetes no sean correos de droga ni amenazas? Un mensaje del jefe de seguridad de GLS España ha desatado la polémica en el corazón logístico de Cataluña. El directivo apremia a "no llamar a los Mossos d'Esquadra" ante paquetes marcados como sospechosos de llevar droga. La compañía niega haber dado dicha orden y alega que tiene un protocolo en vigor de colaboración con las policías y "tolerancia cero" con los envíos sospechosos.
Este medio ha podido acceder a un mensaje enviado a los vigilantes de seguridad por Juan Rey, responsable de seguridad de GLS Spain. El alto cargo avisa de que "por orden de seguridad de la dirección de seguridad de GLS, los envíos que marquen los caninos [por perros antidroga] con origen y destino Península no serán retenidos y seguirán su tránsito a destino correctamente". Rey subraya que "bajo ningún motivo se avisará a los Mossos d'Esquadra y evidentemente no se retendrán. Cualquier cosa, a vuestra disposición".
Malestar entre la plantilla y vigilantes
La comunicación del director de seguridad de GLS España ha caído como un jarro de agua fría sobre la plantilla del CIM Vallès, el corazón logístico de Cataluña. Vigilantes de seguridad contactados por este medio han hecho hincapié en que "luego se les culpabiliza" de "envíos como los de las balas amenazantes" a políticos en activo. Aseguran que el mensaje de Juan Rey "es en clave económica, de beneficio para la empresa", que priorizaría según ellos no "retener" paquetes y, así, priorizar la eficacia que la seguridad en los envíos.
Desde ADN Sindical, mayoritario en la seguridad privada, recalcan que "no se puede culpar a Correos o empresas de paquetería con brocha gorda, o criminalizar a los vigilantes de seguridad, que reciben órdenes como estas". La agrupación hace hincapié en que lo necesario "es que el Gobierno emita protocolos claros y de obligado cumplimiento sobre cómo vigilar la mensajería en España, y obligue a las empresas a ceñirse a ellos".
GLS España: "Tolerancia cero"
Contactada por este medio, GLS España ha indicado que "opera bajo un estricto protocolo de control y detección de sustancias ilícitas que está validado y avalado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado (FCSE)". Con las policías, además, mantienen "una estrecha interlocución y relación colaborativa". GLS rechaza haber "dado instrucciones en el sentido indicado" y recalcan su "compromiso" con las fuerzas de seguridad, a quien reportan "inmediatamente cualquier paquete sospechoso", pasando su "custodia a las FCSE "en cumplimiento del citado protocolo".
Preguntado sobre un mensaje de su responsable de seguridad, el líder en paquetería urgente en España ha insistido en su política de "tolerancia cero" ante el envío de sustancias ilícitas. En este marco se sitúa el protocolo de colaboración policial. ¿Cómo controla GLS los envíos? "Nuestra compañía dispone de mecanismos de control interno para garantizar la eficacia y correcta aplicación de este tipo de inspecciones que se priorizan en base a la mayor probabilidad de encontrar envíos con este tipo de sustancias ilícitas", explican. Son las llamadas zonas calientes. Desde la compañía hacen hincapié en que su servicio canino es "excepcional y extraordinario en nuestro sector", y que "mejoran de forma interna" su coto a las sustancias ilícitas en mensajería.
Mossos: "Es protocolo de la empresa"
Preguntado por la cuestión, un portavoz de los Mossos d'Esquadra ha indicado que "cada empresa de paquetería tiene un protocolo interno que fija las directrices para controlar lo que pasa por sus canales de envío". Son estos planes de actuación los que fijan cuándo avisar a las fuerzas de seguridad, incluyendo a la policía autonómica. Mossos subraya que tiene "relaciones estables y directas con cada empresa", pero que rige "el protocolo de cada una de ellas para avisar a las fuerzas de seguridad". Estas instrucciones internas indican en qué circunstancias "avisar a la policía en función de qué detectan".
El control de la paquetería es pues "un trabajo más de las empresas" hacia la fuerza pública que una labor proactiva de detección del cuerpo de seguridad. En cualquier caso, los Mossos confían tanto en las directrices internas de las compañías como en el "sentido común" de las mismas para alertar de cualquier sospecha.
Balas a políticos en Madrid
La polémica sobre el mensaje del responsable de seguridad de GLS España tiene lugar cuando colean aún los envíos de sobres amenazantes a políticos en activo de la Comunidad de Madrid, una alto cargo y al menos dos ministros: Fernando Grande-Marlaska (Interior) y Reyes Maroto (Industria, Comercio y Turismo). Individuos desconocidos remitieron paquetes con balas a Marlaska, Maria Gámez, director de la Guardia Civil, y Pablo Iglesias, candidato a presidente autonómico por Unidas Podemos, el 22 de abril.
El 26 de abril llegó por correo una navaja ensangrentada dirigida a Maroto. El 27 de abril, dos sobres más con balas se dirigieron a Isabel Díaz Ayuso, presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, y, de nuevo, a Pablo Iglesias. Las amenazas por mensajería envenenaron la campaña electoral, que culminó ayer con la victoria de, precisamente, Ayuso. Los intentos de intimidación han generado investigaciones policiales que continúan en marcha.