El expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado por H&M ha caído como un jarro de agua fría sobre los 5.000 trabajadores de la compañía en España. Según fuentes sindicales, la marca de ropa ha optado por un ajuste duro amparándose en causas organizativas y productivas, pero no económicas.
Estos mismos interlocutores destacan el retraso en la digitalización de la empresa como uno de los principales factores que han motivado la decisión. La transformación del sector, acelerada por los nuevos hábitos de consumo impulsados por la pandemia, ha hecho mella en H&M, cuya transición al online renquearía en comparación con otros competidores. El talón de Aquiles del grupo, según esta explicación, estaría en el insuficiente desarrollo del canal digital, que ha dejado descubierto un flanco de ingresos clave en la etapa post-Covid.
Ajuste duro
La multinacional sueca se ha amparado en el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores para articular la reestructuración de personal --aunque también ha presentado el despido colectivo de una petición de reducción de jornada en 24 establecimientos en base al artículo 41--. En un principio, la compañía prevé despedir a un máximo de 1.100 personas (232 en Cataluña) y cerrar 30 tiendas --27 de H&M y tres de COS-- de forma escalonada en todo el territorio. Siete de estos puntos de venta se encuentran en Cataluña.
De esta forma, la privada ha eludido otras vías más suaves para adecuar su tamaño a la difícil situación del sector tras el Covid-19. Mientras otros grandes del textil como Inditex han ofrecido la reubicación de los empleados afectados por el cierre de tiendas, H&M no ha puesto todavía esta opción sobre la mesa. Además, la modificación de las condiciones para 50 contratados abre la puerta a un modelo de ocupación low cost que los sindicatos también rechazan.
Presión sindical
Hay que destacar, sin embargo, que ni siquiera se ha constituido todavía la comisión negociadora del expediente, como reconocen los trabajadores. Por tanto, los detalles del ERE todavía podrían alterarse. La primera reunión de la mesa de negociación se prevé el próximo 23 de abril. "La prioridad del mantenimiento del empleo será nuestra prioridad", ha asegurado Àngels Rodríguez, responsable de Comercio de CCOO a nivel nacional.
Las mismas fuentes aventuran que la elevada sindicalización del grupo --CCOO es la organización mayoritaria, seguida de UGT y ELA, este último solo en el País Vasco-- logrará flexibilizar el plan inicial de la dirección. La parte social demandará medidas menos traumáticas que favorezcan salidas voluntarias o planes de recolocación de la totalidad o parte de la plantilla afectada.
Proceso de adaptación
Por su parte, H&M ha recordado que se encuentra en pleno proceso de reorganización a nivel global. "Esto significa adaptar la operativa de nuestra compañía creando un organización más eficiente, integrar aún más nuestras tiendas físicas y online y realizar los cambios necesarios en nuestro porfolio de tiendas para crear una mejor experiencia omnicanal para nuestros clientes", ha declarado la firma en un comunicado, que no ha revelado cifras de ventas por canal en el territorio español.
Precisamente, este modelo transversal es una de las tendencias del sector y, además, la asignatura pendiente recordada por los sindicatos. Con todo, la marca informa que planea 100 nuevas aperturas a escala global a lo largo de 2021. Además, sostiene que su voluntad es que puedan salvarse el mayor número de puestos de trabajo y, en caso contrario, que sea posible la adscripción voluntaria a la extinción de contrato. A finales de abril, arrancará la negociación.