El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) finta a Competencia y mantendrá el concurso del NitBus... con cambios. La Administración supramunicipal no anulará el concurso de 1.000 millones como le ha pedido la Autoridad (Acco), sino que lo "revisará".
Lo ha explicado una portavoz de la AMB a preguntas de este medio. La representante ha indicado que, de hecho, el procedimiento "ya se retiró del último consejo metropolitano" en marzo. Tras ello, "se hará una revisión". Probablemente, avanza la institución supramunicipal, "el nuevo pliego irá al consejo metropolitano de abril" con "los cambios que se consideren oportunos".
Regate a Competencia
Ello debe ser leído como un auténtico regate a la Autoridad Catalana de la Competencia, indican fuentes del sector. Y es que el guardián del libre mercado ha requerido al AMB que anule la licitación, y no que la revise. Pero es que hay más.
La "revisión" que promete el Área tendrá que ser tan profunda que cambie el espíritu del macroconcurso. No en vano, la Acco ha alertado de que la Administración "no justifica" la no división en lotes del procedimiento pese al titánico valor del contrato: casi 1.000 millones de euros y 646 millones de presupuestos. Por lo tanto, y salvo sorpresa, el AMB incumplirá la primera gran enmienda de Competencia al concurso del NitBus.
La subrogación de Tusgsal, nuclear
¿Cumplirá el AMB el resto de requerimientos? Está por ver. Competencia ha alertado de que el umbral de solvencia técnica es tan elevado que apenas dos empresas privadas en solitario en toda España --Tusgsal, actual operador, y Alcalabus-- podrían cumplirlo. El resto deberían ser UTEs o operadores públicos de transporte, como TMB o la EMT de Madrid. Rebajar esa exigencia debería estar dentro de los nuevos pliegos de contratación.
Igualmente, la Acco ha exigido a la institución supralocal que fulmine la subrogación obligatoria del equipo directivo de Tusgsal. Se trata de una cuestión mollar porque la transportista es un generador de empleo de primer orden al norte de Barcelona, y una empresa cercana al AMB. Descartar esa cláusula envenenaría la relación entre administración y operador. Por último, Competencia pide al AMB cambiar la fórmula de cálculo económico, algo que desde el sector se ve más fácil.
Camino de los tribunales
Así las cosas, el nuevo concurso del NitBus va camino de acabar de nuevo en los tribunales. Y eso que la macroadjudicación ya lleva años de retraso. La última que lanzó el AMB en 2014 naufragó tras, también, una batalla económica, política y judicial. El Área incluyó el requisito de disponer de unas cocheras, hecho que excluyó a Tusgsal de la licitación. La transportista recurrió y logró el aval del Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP).
Con ese apoyo y la presión política y mediática sobre Ada Colau, presidenta ya del AMB, la Administración local desistió del concurso, que había ganado Alsa. Tusgsal continuó operando el NitBus como si nada hubiera ocurrido, mientras que Alsa, descabalgado, anunció que acudiría al Tribunal Superior de Justicia (TSJC). Jamás lo hizo. Ahora, la buena relación entre AMB y Tusgsal está amenazada por otros operadores, incluida Monbus, que se ha hecho con licitaciones anteriores de transporte en Barcelona y su conurbación inmediata.