Los Puig ganan peso en el gigante de la perfumería con tres nuevos consejeros

La incorporación de estos tres representantes de la tercera generación familiar ha hecho que el número de asientos ocupados en el consejo del grupo se eleve de nueve a doce. De este modo, los miembros de la saga familiar pasan a acaparar algo más del 40% de los puestos de consejero, ya que el cargo de vicepresidente también lo ostenta un representante de la tercera generación, Manuel Puig Rocha.

Ampliación

Hasta esta ampliación, apenas poco más del 20% del consejo estaba en manos de componentes de la familia, aunque otros dos asientos representan a Exea, el family office de los Puig.

La nueva estructura del consejo no ha supuesto la salida de ninguno de los miembros del órgano, según han confirmado a Crónica Global fuentes del gigante del sector de perfumería y belleza. Entre ellos figura el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, que es, precisamente, uno de los representantes antes mencionados de Exea, cuya presidencia ostenta desde hace cerca de nueve años.

Vínculos con la Fundación   

Xavier y Jordi Puig Alsina son descendientes de José María Puig Planas que, hasta la fecha, no contaba con representación en el consejo de la compañía. No obstante, ambos hermanos están íntimamente ligados al grupo. Además, Xavier preside el patronato de la Fundación Puig, creada a mediados de la década de los 90, en la que Jordi ejerce como vocal. Su padre, José María, es miembro honorario del patronato, junto a su hermano Mariano, quien fuera presidente del grupo hasta ceder el testigo al actual número uno de la compañía.

Xavier Puig también forma parte como vocal de la junta directiva del Círculo Ecuestre.

Compra de Charlotte Tilbury

A mediados del pasado año, Marc Puig protagonizó un nuevo hito para la historia empresarial de la saga al tomar el relevo de Francisco Riberas como presidente del Instituto de la Empresa Familiar, institución de la que su padre fue uno de los fundadores.

Esta nueva composición del consejo llega poco después de que el grupo anunciara, a finales del pasado año, una nueva estructura basada en tres divisiones, como consecuencia de la última gran operación del grupo: la adquisición de una participación mayoritaria en la firma de maquillaje británica Charlotte Tilbury.

Tres divisiones

Precisamente, este es el nombre de una de las tres líneas de negocio, que se une a la de Beauty and Fashion, que aglutina las principales marcas de perfumería del imperio Puig, entre las que destacan Paco Rabanne, Carolina Herrera, Nina Ricci y Jean Paul Gaultier, una de las últimas en llegar. Esta división también incluye las licencias de belleza de Christian Louboutin y Comme des Garçons Parfums.

La tercera línea, de reciente creación, se denomina Derma y está enfocada en el sector dermocosmético, con las compañías Uriage y Apivita, además de la participación del 50% en Isdin.

Duplicar facturación en 2025

Puig estima que su facturación retrocedió un 25% en 2020 como consecuencia de la pandemia, de modo que se situaría en el entorno de los 1.500 millones de euros. El grupo espera recuperar este 2021 la cifra récord de 2.000 millones de euros que logró en 2019.

Según señaló al comunicar la citada reorganización, su objetivo es duplicar esta cifra con vistas a 2025 gracias, entre otros factores, al rendimiento de nuevas adquisiciones como la de Charlotte Tilbury, que se espera que alcance ventas de 500 millones de euros. Para entonces, marcas más consolidadas en Puig como Paco Rabonee o Carolina Herrera podrían superar la barrera de los 1.000 millones.