El Ibex aún pierde un 20% un año después del gran desplome por el Covid
La bolsa española presenta el peor balance de los principales mercados mundiales en este periodo, lastrada por la banca, el turismo y otros grandes valores como Telefónica
22 febrero, 2021 00:00Es el indicador bursátil que refleja aún mayores secuelas del enorme desplome registrado hace justamente un año por estas fechas, cuando el coronavirus comenzó a dar síntomas de ser algo más que un problema aislado en una ciudad del gigante chino. Doce meses después del inicio de una caída que ya figura con letras de molde en la historia negra de los mercados, el Ibex 35 todavía cotiza un 20% por debajo de los registros anteriores al descalabro.
En términos de capitalización, la factura de la crisis que está pagando la bolsa es cercana a los 100.000 millones de euros. Es la diferencia entre la valoración conjunta que las principales empresas cotizadas españolas presentaban hace doce meses y la actual, una cifra equivalente a algo más del 8,5% del PIB de 2020, según la primera estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Temprana discriminación
Un hueco maldito en que el índice de la bolsa española permanece varado desde hace más de dos meses, cuando culminó un noviembre históricamente positivo, con alzas superiores al 25% gracias a las positivas noticias en torno a los avances con las vacunas que hoy en día ya se administran a la población, aunque a menor ritmo del deseado.
Prácticamente desde el inicio de la pandemia, el mercado español ha figurado entre los más castigados por los inversores, que no tardaron en empezar a discriminar tras una estampida inicial en la que las grandes bolsas del mundo perdieron cinco billones de euros en apenas una semana (casi tres veces más de lo que tiene previsto destinar el Banco Central Europeo a la compra de deuda soberana de los países de la eurozona).
Factores en contra
Algo que ha complicado en gran parte la remontada. Cuando el Ibex fue capaz de tocar suelo, se había dejado más de un 42% en apenas cuatro semanas. Un descalabro sin precedentes del que todavía hoy no ha sido capaz de recuperarse. El hecho de que España fuera, junto a Italia, el país europeo más golpeado por la primera ola del coronavirus se unió a una serie de derivadas como los negros augurios de los organismos internacionales sobre sus perspectivas económicas, con las circunstancias negativas de una notable dependencia del turismo, uno de los sectores más penalizados en todo el mundo, y de unas cotas de deuda pública que ya eran muy elevadas antes de la llegada del Covid-19.
También influyó el largo periodo de reclusión aplicado en España para frenar un ritmo de contagios que llegó a estar prácticamente fuera de control. El Ibex fue de la mano del MIB 30 italiano durante este periodo pero antes de la llegada del verano la bolsa transalpina había ya iniciado una recuperación que la española tardaría en emprender.
El más penalizado
Pese al paralelismo entre ambos indicadores en las primeras semanas (con descensos superiores al 30% para ambos), el balance doce meses después no guarda demasiada similitud. La Bolsa de Milán cotiza tan sólo un 6,5% por debajo de los registros inmediatamente anteriores al desplome.
El resto de las principales bolsas europeas ha tenido incluso un mejor rendimiento. Los descensos acumulados por París apenas superan el 4% y son algo superiores al 2% para el índice paneuropeo EuroStoxx 50.
Frankfort y Amsterdam, al alza
Por su parte, los mercados con un desempeño más destacado han dado por superada la crisis un año después; alguno de ellos con creces, como Amsterdam, que en estos días cotiza casi un 10% por encima de sus registros preCovid-19, incluso por encima de Frankfort, que recupera poco más de un 3%.
Unas diferencias que se hacen aún más evidentes en la comparativa con el gran referente mundial de las plazas bursátiles, Wall Street. El comportamiento del Dow Jones ha sido similar al de Amsterdam pero se trata del índice neoyorquino que ha experimentado avances más moderados en los últimos doce meses. El S&P 500 se ha revalorizado más de un 17%, mientras que el notable tirón del sector tecnológico durante la pandemia ha disparado al Nasdaq Composite cerca de un 45%.
IAG y la banca
En las entrañas del Ibex 35, las mayores depreciaciones en estos doce meses se han concentrado en valores relacionados con el turismo, la banca y el sector inmobiliario. Con diferencia, el valor más golpeado ha sido IAG. Un año después del inicio de la crisis, el holding que agrupa a Iberia y Vueling junto a British Airways, Air Lingus y Level apenas conserva una cuarta parte de su capitalización.
En el sector financiero, Banco Sabadell se ha dejado más de un 55% y eso que su cotización se recuperó en parte a partir de noviembre, gracias a las negociaciones de fusión con el BBVA, pese a que no fructificaron, y a la buena acogida que ha tenido entre los inversores los planes de la entidad para seguir adelante en solitario y los cambios en el equipo directivo.
La caída de las socimi
Pese a que el sector financiero ha sido de los más destacados en las últimas semanas, alentado por los síntomas de recuperación de la economía, el resto de los bancos del Ibex culminan este año tan complicado con depreciaciones que van desde el 17% acumulado por Santander al 11% que registran los títulos de Caixabank y Bankia, que ultiman el cierre de su fusión.
Junto a ellos, las inmobiliarias han destacado en el plano negativo, con descensos próximos al 40% para las socimis Colonial y Merlin Properties. Muy superiores a los descensos del selectivo también han sido los mostrados por compañías de gran capitalización como Telefónica, que se ha dejado un 36% o Ferrovial, con una caída de más del 30%.
Renovables y farmacéuticas se disparan
Apenas ocho de los 35 componentes del Ibex ha logrado revalorizarse en este periodo. No obstante, tres de ellos lo han hecho de forma muy notable, por encima del 100%. A la cabeza, Pharma Mar, cuyos avances en las investigaciones sobre un tratamiento contra el coronavirus han impulsado su cotización un 122% en doce meses.
Los otros dos destacados están relacionados con otro de los sectores que se ha fortalecido en la crisis: el de las energías renovables. Así, los títulos de Siemens Gamesa cotizan hoy en día un 107% por encima del precio que registraban antes del desplome. Por su parte, Solaria, una de las últimas en incorporarse al selectivo, ha avanzado nada menos que un 114%.