El 'agitprop' independentista tensiona Pimec a las puertas de unas elecciones broncas

La ANC dispone de más recursos y de una estructura territorial mucho más engrasada para el activismo que trabaja para influir en los comicios. Este trabajo, la búsqueda de los electores uno a uno para ganarse su voto bajo el pretexto de que es el único válido si se es independentista, ha generado una profunda incomodidad. El malestar es notable a cinco días de la cita con las urnas. Fuentes de la lista Activisme Empresarial, encabezada por el hasta ahora secretario general de Pimec, Antoni Cañete, tildan de "guerra sucia" la estrategia desplegada por sus rivales. "Salen en tromba y de forma agresiva. Hacen y dicen lo que quieren y buscan una división que no puede cuajar porque nuestra lista es transversal", apuntan.

Cohesión interna, blindada

Al final, la desazón por la dureza de los mensajes blinda una cohesión interna que nunca se ha puesto a prueba en Pimec. Ni siquiera en los años claves del procés y tras decisiones polémicas de la antigua cúpula, liderada por Josep González, como la de sumarse a la huelga convocada el 3 de octubre de 2017 contra la intervención policial durante la celebración del referéndum ilegal. La patronal de pymes marcó un hito junto a Cecot al ser las únicas organizaciones empresariales en sumarse al denominado primer paro de país. 

Eines Pimec reclama de forma directa que los empresarios voten en la patronal en función de sus adscripciones políticas. Es decir, si son independentistas les deben apoyar y si no, entonces pueden optar por Cañete. Esta estrategia pretende rascar votos en zonas de Cataluña donde esa polarización puede favorecer a los hombres de la ANC. Con todo, la realidad de Pimec va más allá de una simple cuestión política. Los asociados forman parte de la patronal (y cotizan) por motivos más relacionados con los servicios que les pueden brindar que por el papel político que ejerce. Aún más en un momento de crisis. 

Trabajo durante el Covid

Los comicios se celebran en un año en que Pimec se ha empleado de lleno en atender a las empresas. Desde el inicio de la pandemia ha trabajado en la búsqueda de mascarillas homologadas, tests serológicos portátiles y otros productos que ha puesto a disposición de los socios para que pudieran retomar su actividad en la primera ola. Además, fue pionera en colaborar con la Consejería de Salud para organizar cribajes masivos en varios polígonos industriales. Gestiones que han sido aplaudidas y han ayudado a consolidar esta cohesión interna, que transciende las inclinaciones partidistas de los empresarios. 

"En Activisme Empresarial tenemos a gente de derechas, centro e izquierda, también a independentistas. Solo nos une el hecho de que somos empresarios y sentimos angustia por los efectos del Covid", asegura un asociado que denuncia la tentativa de cavar trincheras. "Al final, van a provocar una división que ojalá podamos solventar", lamenta. Por su parte, los críticos tildan este argumento de "simple" y aseguran que el procés ya ha politizado a la ciudadanía catalana y que esta realidad se refleja en la patronal. Manifiestan que también "se podría decir lo contrario, es decir, que la pasividad y confortabilidad de Pimec tampoco representa a mucha pequeña y mediana empresa que se siente más cerca de nuestra forma de pensar". De nuevo, un argumento extraeconómico. 

Pere Barrios --segundo izquierda-- junto a miembros de la candidatura de EinesPimec presentando los 200 avales este jueves / CARLOS MANZANO

Eines Pimec, al ataque

La lista liderada por el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona justifica precisamente sus postulados por lo que consideran falta de audacia durante la etapa de Josep González y la presunta distancia ideológica que tendría con la realidad de las pymes. Mantienen que el grupo surgido de la ANC es mucho más próximo a su postura que los gestores y miembros de la junta directiva que aspiran a la reelección. 

Pero este discurso no encaja con la realidad. En verdad, no han sido ajenos a la organización de la patronal y han participado activamente en ella hasta hace bien poco. Barrios, de hecho, dejó la presidencia de la delegación del Vallès Oriental para unirse al equipo de la ANC que trabajó para ganar las elecciones a las cámaras de comercio. El éxito de Barcelona ha sido, hasta el momento, el mayor logro de los independentistas. Buscan controlar instituciones con poder dentro del ámbito empresarial mediante la llamada marea amarilla. Los activistas han tenido problemas para permear en este ámbito justamente por la politización extrema de sus postulados a favor del independentismo y su segregación entre quienes les apoyan y quienes no. Los buenos y los malos. Su entrada en la organización de dinamización económica local también ha generado tensiones internas cuando existen estos desvíos, cosa que hasta ahora ha ocurrido de forma continuada. 

Las redes sociales, campo de batalla

El expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y actual diputado de JxCat, Joan Canadell, formó parte de Pimec. Entró en la junta directiva de Josep González tras las elecciones de 2012 como presidente del Cercle Català de Negocis, aunque dos años después dejó de forma abrupta el órgano ejecutivo e intentó organizar una candidatura alternativa para desplazar al histórico empresario. No consiguió reunir los avales necesarios para concurrir a los comicios y se marchó con un sonoro portazo tras lanzar una estrategia muy parecida a la que ahora impulsa Barrios.

Siete años después, Canadell participa de forma activa en el agitprop de la ANC para tomar la patronal. Sus ataques directos contra la cúpula han propiciado que acabe querellado, hecho que no le ha amedrentado para frenar. Es en las redes sociales donde la organización independentista demuestra su fortaleza. Los activistas han encontrado en este foro su medio natural y no dudan en sembrar cizaña contra la patronal a la que aseguran que tienen intención de reformar para que esté en sintonía con su agenda. Una vez más, otra justificación política sin contenido empresarial. 

Nuevos estatutos

Otra de las tesis que usan para, supuestamente, denunciar que la dirección de Pimec ha maniobrado en los últimos meses para impedirles el paso es el cambio de estatutos que se aprobó el verano pasado. Se modificó el sistema de elección y se elevó de 75 a 100 los avales necesarios para concurrir a unos comicios. La útlima vez que se cambiaron fue en 2013, cuando se puso por primera vez un filtro de entrada (un apoyo mínimo de socios de la patronal) y se estipuló que, en el caso de que solo concurriese una candidatura, se procedería a su proclamación directa para evitar el gasto y el tiempo necesario en organizar las urnas porque el resultado era ya conocido. Como curiosidad, esta adecuación fue aprobada por Canadell ya que en ese momento formaba parte de la junta directiva. 

Antoni Cañete, secretario general de Pimec / EFE

No es cierto que la patronal actualizase los estatutos solo para frenar el avance de los activistas independentistas. De hecho, ni siquiera es cierto que González haya abandonado antes su cargo para evitar una derrota ante la ANC. El presidente de la patronal desde hace 27 años ya anunció que este era su último mandato y que no tenía intención de completarlo hace dos años. Estaba abierta la incógnita de quién le sustituiría y se despejó este verano: el candidato oficialista es Cañete.

Intromisión de la ANC

Además de su gestión como secretario general, tiene el aval de poner en marcha la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad y de tirar adelante una plataforma de pymes a nivel estatal para replicar en España el modelo patronal catalán. Es decir, que en lugar de que las pymes estén integradas en CEOE a través de Cepyme, cuenten con una organización propia. 

Los independentistas les achacan que usan el censo de afiliados a su favor y que no se garantiza igualdad de oportunidades a ambos contendientes, como suele ser habitual en un proceso electoral bronco. Sí que es anómalo para Pimec, que no vivía una situación parecida desde 2014 (la promovida por Canadell). El activismo independentista hace años que busca una patronal e incluso ha intentado dar forma a la suya propia, una entidad nacida de la ANC denominada Anem Per Feina. Su falta de éxito ha llevado a que se priorice la toma del control de Pimec. La votación tendrá lugar el próximo martes.