Govern y Ferrovial: anatomía de un despropósito
La empresa culmina su rastreo del coronavirus en Cataluña con tres contactos identificados por caso, por 11 en Baleares, y con el 51% de positivos 'ciegos'
29 diciembre, 2020 00:00Es la anatomía de un despropósito. El Govern y Ferrovial romperán su polémico contrato de rastreo del coronavirus el 31 de enero. La rescisión del acuerdo de seguimiento de positivos, por valor de 17,69 millones de euros, acabará con malos datos para la sanidad catalana. Ferroser, filial de la cotizada, ha logrado identificar a tres contactos de media por contagio, por 11 en Baleares, y ha acumulado un 50,8% de contactos ciegos (con cero contactos), 15 puntos más que la media nacional, que es del 35,1%.
Los datos corresponden al último informe Situación de Covid-19 en España [consultar aquí], publicado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el centro más conocido de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave). Según las cifras oficiales, el programa de detección del coronavirus en Cataluña, que es fundamental para frenar el contagio comunitario, ha logrado identificar a tres contactos de media por contagio. La cifra es ligeramente superior a la media nacional, que se queda en dos contactos, pero queda por debajo de los 11 contactos de Baleares o los cuatro de País Vasco.
El 51% de positivos tuvieron "cero contactos"
No obstante, si hay un dato preocupante en el informe de la Renave es la pésima clasificación de Cataluña con los positivos ciegos, a los que se les encuentran cero contactos (aunque los hayan tenido). Suponen 143.373 casos hasta ahora, el 50,8% del total.
El guarismo queda muy lejos de la media nacional, que indica que apenas uno de cada tres (35,1%) contagios con SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, tuvieron tuvo cero contactos. En otras palabras: el sistema de rastreo, externalizado por el Govern a Ferrovial, es el peor de las 17 comunidades autónomas, según los datos del ISCIII. Solo Baleares, con un 46,7%, y Asturias, con un 44%, se acercan a la autonomía catalana.
Sindicatos: "El sistema ha fallado"
¿Qué dicen las cifras de la Generalitat de Cataluña? Ferrovial indicó en la nota de prensa emitida ayer que ha localizado a 812.668 personas que estuvieron en situación de riesgo con un positivo. En Cataluña había a fecha 28 de noviembre, 353.522 contagios con el patógeno [ver datos aquí]. La compañía, pues, ha identificado a una media de 2,2 personas que han estado en contacto con un positivo. Desde el 1 de junio, fecha en la que inició el servicio.
La parte social ahonda en la teoría del despropósito. Metges de Catalunya y CCOO, mayoritarios en la sanidad catalana, corroboraron este lunes que el contact tracing de Ferrovial "no ha funcionado", pese al dinero público invertido en el mismo: 17,69 millones. Catac también lo denunció. En otras palabras, Cataluña ha pasado dos olas de coronavirus, y se enfrenta a la tercera --el contrato vence el 31 de enero-- con un sistema de rastreo que no detecta contactos de ciudadanos que han contraído coronavirus.
Repartidos en dos edificios
El personal contratado por Ferroser, filial de Ferrovial que asumió el rastreo, ha trabajado desde dos centros distintos, según ha podido saber este medio. Parte de los rastreadores han desempeñado sus funciones desde la sala Bital del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) en L'Hospitalet de Llobregat. Otros compañeros fueron desplazados al cuartel general de una empresa tecnológica con sede en Sant Joan Despí, también en la conurbación de Barcelona.
Cualquiera que fuere su posición, ¿estaban preparados para desenmarañar la compleja madeja de brotes del virus en plena pandemia? "En absoluto. No tenían ni traductor, cuando no entendían a un paciente se dirigían a los trabajadores del SEM", han señalado voces conocedoras de la operativa. La empresa es más optimista. Sostiene que movilizó a entre 200 y 800 rastreadores y que el 99,8% de los contactos fueron "válidos". ¿Suficientes efectivos? La región contaba con 38 rastreadores por cada 100.000 habitantes en noviembre, desveló Jacobo Mendioroz, director de la Unidad de Seguimiento del Coronavirus en Cataluña. Superaba los 18 que recomienda la Johns Hopkins University. Quedaba lejos de Wuhan, que liquidó la epidemia con 81 contact tracers por cada 100.000 ciudadanos.
Llegaban tarde
Sea adecuado el número de contact tracers o no, Ferroser, y el SEM al ser el adjudicatario, han sido incapaces de armar un sistema de seguimiento que funcionara acompasado a los contactos de riesgo. Lo avanzó Crónica Global en julio, cuando publicó un audio que demostraba que los rastreadores de la filial de Ferrovial llamaban a los posibles contagiados con días e incluso semanas de demora. Cuando ya no se les necesitaba, y cuando los pacientes habían dado incluso negativo en las pruebas PCR.
El circuito holgazán de freno del contagio comunitario ha provocado que el peso del rastreo lo lleve, en realidad, la atención primaria. Lo denunció la asociación de sanitarios Rebelión Primaria y lo confirman todos los sindicatos consultados por este medio. El personal de Ferroser se limitaba a recitar el formulario informático de forma rutinaria, y lo hacía tarde. Su aportación al sistema era casi nula, pues los ambulatorios asumían la carga de trabajo antes de que los scouts o teleoperadores de Ferrovial pudieran reaccionar.
El Síndic, inoperante
Esta inoperancia la detectó también el Govern, que aprobó una partida extraordinaria de 4,5 millones de euros para la atención primaria en septiembre. Pese a este dinero, el sector hervía en franco descontento con la externalización del rastreo en Cataluña. "Es un agravio comparativo con el primer nivel asistencial, pues era un sistema caro, que cuesta 18 millones, y que no funciona", recordó ayer Metges de Catalunya en conversación con este medio. Metges no citó, quizá por cortesía, el profundo malestar que generó en el sector el hecho de que Roger Junqueras, hermano de Oriol Junqueras, presidente de ERC, partido que dirige el Departamento de Salud, trabaje en Ferrovial, como explicó este medio.
Con todo, el Govern confió en Ferrovial. Adujo que no podía terminar el contrato público so pena de verse obligado a pagar una indemnización. Un pago al que ayer Ferrovial renunció tras mostrarle Vergés la puerta de salida. Pese a ello, la compañía ya se ha llevado 10,6 millones de la prórroga del 061, amén de otros 2,28 millones en contratos menores del Instituto Catalán de Salud (ICS), algunos de ellos con conceptos repetidos. Ello quedará sobre la mesa del Síndic de Greuges, que anunció una investigación de oficio de la externalización y que, de nuevo, llegará tarde.