UGT de Cataluña prepara un congreso nacional en plena pandemia que se seguirá con mayor atención desde Madrid que desde Barcelona. El resultado de la votación que tendrá lugar en el recinto de Fira de Montjuïc será poco relevante para el futuro del sindicato catalán, ya que solo se presenta una candidatura a la reelección, la dirección bicéfala que forman Camil Ros y Matías Carnero. Pero el número total de apoyos que reciban será clave para el futuro de la organización confederal.

Fuentes del entorno del secretario general, Josep María (Pepe) Álvarez, señalan que su reelección en marzo se complicará si no moviliza Cataluña. Y eso es, precisamente, lo que está por ver a lo largo del miércoles y el jueves en la capital catalana. UGT de Cataluña no es en estos momentos una organización precisamente cohesionada. A las tensiones políticas de los últimos años, que aún colean, se le suma haber cerrado en falso el congreso de la federación del sector público (FeSMC).

La importancia de los votos en blanco

Álvarez tiene en sus planes quedarse cuatro años más al frente del sindicato confederal, pero para ello necesita que los votos en blanco que se recuenten en Fira de Barcelona no superen la horquilla del 15-20% en que suelen oscilar. Los mismos interlocutores remarcan que si se supera este límite, se dará alas a las candidaturas rivales que empiezan a surgir en UGT.

El nombre que suena de forma más insistente como rival del sindicalista catalán es el del secretario general de UGT FICA, Pedro Hojas. Con todo, ninguno de los críticos con la actual dirección confederal ha dado el paso de forma definitiva. Desde este sector se indica que aún queda tiempo y que es preferible que concluyan los congresos de las autonomías donde se concentran la mayoría de los votos para lanzarse al ruedo.

Seat, primera sección del país

Cataluña es una de ellas, gracias principalmente al poder de una industria: Seat. La sección sindical encabezada por Matías Carnero es la mayor de todo el país y sí que supone el paradigma de la unidad. Como su líder forma parte finalmente del tándem que liderará el secretariado catalán los próximos cuatro años, se da por sentado que recibirá su apoyo en masa --y, a coalición, el de FICA Cataluña liderada por Antonio Rudilla, que trabaja en esta industria-- y que también brindará su apoyo a Álvarez.

Queda medir el peso real de los críticos de FeSMC, que perdieron frente al candidato arropado por el secretario confederal, Óscar López, y el arrastre que tengan en la federación del sector público, FeSP.

Óscar López Chamosa, secretario general de la FeSMC-UGT, en una imagen de archivo / TWITTER

Continuidad en la dirección catalana

Las voces críticas de FeSMC cuentan con una representante en el secretariado nacional, Núria Gilgado. Esta sindicalista curtida en el Metro de Barcelona viene del sector que fue derrotado en el congreso federal. En los últimos cuatro años se ha ocupado de la Política Sindical de UGT de Cataluña y su nombre aparece en todas las quinielas para convertirse en la primera mujer al frente de la organización autonómica a partir de 2024.

Se da por sentado que seguirá en la cúpula liderada por Ros y Carnero, donde se esperan pocos cambios. Entre las salidas, se apuntan a la del vicesecretario general del área interna, Jordi Camallonga, y la del secretario de la región metropolitana, Josep Sancristòfol.

Las fuentes consultadas señala que, como mucho, se sumarían otras dos personas en la rueda de la renovación. Se especula con la salida del responsable de Administración, Josep Maria Violant. En cuanto las entradas, se apunta al secretario comarcal de UGT del Baix Llobregat, Carlos de Pablo.

Camil Ros (i) y Matías Carnero (d), líderes de UGT / EUROPA PRESS

Cambios de secretaría

La continuidad de las personas que conformaran el núcleo duro del sindicato catalán contrasta con los cambios de cartera que se apuntan. Las fuentes consultadas indican que es aquí donde hay la verdadera pugna en la organización y se insiste en que Ros aún no tiene una hoja de ruta definida. Además, esta deberá contar con el visto bueno de Carnero. Era el principal requisito para continuar como presidente.

El secretario general catalán quería que el actual responsable de Movilización y Agitación, David Papiol, asumiera más relevancia dentro del organigrama. Sería el nuevo secretario de organización en sustitución de Núria Solé, que en los últimos años ha tenido un papel menor y que podría asumir la cartera que hasta ahora ocupaba Camallonga. Todos estos movimientos estarían enfocados a la verdadera renovación de la organización laboral, la que tendrá lugar de aquí a cuatro años.