La juez al frente del caso sobornos que implica a Imagina-Mediapro en Estados Unidos ha desactivado una maniobra de coacusados de Gerard Romy, cofundador del grupo audiovisual junto a Jaume Roures e imputado en el macroproceso. La magistrada no ha aceptado la estrategia de los dos directivos y una mercantil para librarse de la causa común y ha dejado listo el terreno para que se celebre un macrojuicio por presunta corrupción a cambio de derechos del fútbol televisado.
En un auto al que ha accedido este medio, la juez Pamela K. Chen, titular del distrito este de Nueva York, rechaza las peticiones de los exdirectivos de Fox Hernán López, argentino, y Carlos Martínez, español, para enfrentarse a las acusaciones por separado del resto de investigados. La magistrada ha hecho lo propio con la empresa uruguaya Full Play Group, enviando a los tres a un inminente macrojuicio por presuntos sobornos para permitir la retransmisión de partidos en Sudamérica.
"Presunto crimen organizado"
El escrito de la juez Chen se basa en varios argumentos. Los dos acusados y la mercantil habían alegado que si son juzgados junto al resto de imputados, incluido Gerard Romy, cofundador de Mediapro e investigado a quien el fiscal considera fugado, el derecho a su defensa se vería comprometido.
La magistrada lo rechaza y recuerda que si bien los cargos a los que se enfrenta cada individuo y sociedad difieren, los autos de imputación ya emitidos anteriormente concluyen que hay indicios para pensar que personas y empresas formaban parte del mismo "modelo de actividad criminal". Comparten pues "un mismo plan u objetivo criminal", apostilla.
"Juicio justo"
La instructora descarta también que los investigados no reciban un "juicio justo" y que se vaya a un escenario de "doble incriminación" al ser acusados algunos de los imputados por los abogados de otros procesados. Descarta que López y Martínez resulten perjudicados por los cargos que penden sobre Full Play, mucho más severos y que obligaron a hacer uso de la ley antimafia, la RICO, por sus siglas en inglés.
La juez Chen insiste en que "los estratagemas comparten hechos, incluidos tipos, métodos y medios de conducta criminal. Lo que es más: las añagazas descritas --en las imputaciones-- están conectadas de forma nuclear". Ello provoca que "dé lo mismo que la acusación deba probar una o varias estructuras: una parte significativa del juicio se basará en establecer el fundamento de los hechos necesarios para completar el relato criminal que se enjuicia".
Fiscalía ve "organización criminal"
El auto de la juez Pamela K.Chen allana el terreno para que comience el macrojuicio por presuntos pagos de dinero en B a directivos de la Fifa y federaciones de fútbol suramericanas a cambio de derechos de retransmisión de partidos de primer nivel. En esta causa está imputado Gerard Romy, cofundador de Mediapro junto a Jaume Roures y Tatxo Benet. El directivo, que ya está fuera de la empresa, se enfrenta a supuestos delitos de organización criminal; conspiración para cometer fraude bancario; fraude; conspiración para blanquear capitales y blanqueo de capitales.
La dura acusación del fiscal contra Romy llega después de que Imagina, cabecera de Mediapro, admitiera en Estados Unidos en 2016 que cometió al menos un soborno para conseguir derechos de retransmisión televisiva. El grupo pagó 21 millones de euros al tipo de cambio de ese momento para zanjar el caso, pero ha visto años después como se armaba otra acusación. El fiscal ve indicios suficientes para probar la existencia de una "organización criminal" que sobornó al por mayor por esos jugosos derechos, tal y como indica en su acusación. Será la juez quien decidirá si ello fue así.