Nadia Calviño, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, anuncia una menor emisión de deuda / EP

Nadia Calviño, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, anuncia una menor emisión de deuda / EP

Business

La deuda pública costará 25.200 millones pese a los tipos en mínimos

El valor subirá en 2020 el 12% debido al volumen de emisiones extra para paliar los efectos de la pandemia

9 octubre, 2020 00:00

El notable incremento de la deuda pública en 2020 tendrá su correspondiente efecto en el coste de mantenerla, que supondrá para las arcas públicas algo más de 25.200 millones de euros, aproximadamente el 12% más que el pasado año. Y todo ello a pesar de que el tipo medio registrará mínimos históricos, por debajo del 2%, especialmente gracias al programa de compra de deuda del Banco Central Europeo (BCE).

Esta cifra que se aproxima, sin ir más lejos, a la cantidad que el Gobierno espera recibir de los fondos europeos el próximo año --unos 27.000 millones de euros, según anunció el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez-- y que pretende que forme parte de los Presupuestos Generales del Estado.

Máximos y mínimos

En las últimas horas el Gobierno ha confirmado que se ahorrará algunas emisiones de aquí a final de año, valoradas en unos 15.000 millones de euros. La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se encargó de adelantarlo el pasado martes, tras la aprobación de un nuevo cuadro macroeconómico que contempla cerrar 2020 con una deuda equivalente al 118% del PIB.

Precisamente, la evolución del coste del pasivo se enmarca en un paradójico cruce de caminos. Por un lado, el endeudamiento total registrará máximos históricos al final del ejercicio, con un volumen que superará los 1,3 billones de euros. Y por otro, los tipos de interés se encuentran en el extremo justamente opuesto, esto es, en mínimos de siempre.

Un punto de rebaja

Esta última circunstancia aliviará en buena medida una factura que se hubiera acercado mucho a los 29.000 millones de euros si el coste medio de la deuda fuera el registrado en 2019, que ya supuso una rebaja en relación con el ejercicio anterior.

Las compras masivas de bonos por parte del BCE, con el fin de evitar una nueva crisis de deuda como la que se registró a comienzos de la década, han rebajado un punto el tipo del bono a diez años, el activo de referencia, en apenas seis meses. En lo peor de la pandemia del coronavirus, el interés que pagaba el Estado por su deuda a largo plazo se situó por encima del 1,2%, con una prima de riesgo que superaba los 150 puntos básicos.

El BCE acapara las compras

En la actualidad, el tipo de interés del bono español de referencia está a punto de bajar del 0,2%, sus mínimos desde comienzos de marzo, y el diferencial con la deuda soberana de Alemania se sitúa ligeramente por encima de 70 puntos básicos.

Los últimos datos publicados por el BCE señalan que el organismo emisor ha adquirido deuda española en lo que va de año por valor de 61.000 millones de euros, lo que representa prácticamente el 30% de lo que el Tesoro lleva emitido hasta ahora. Las compras masivas de la entidad han llevado las primas de riesgo de los miembros de la zona euro a mínimos. Destacan los casos de Países Bajos, apenas 11 puntos básicos, y Bélgica, por debajo de 20.

Muy endeudada a largo plazo 

A pesar de este escenario, España resultará penalizada por su endeudamiento récord y la situación que arrastra desde hace varios años debido a no haber aprovechado los ejercicios de bonanza tras la pasada crisis para ejecutar una firme consolidación fiscal. De esta forma, el Estado ha llegado a la crisis del coronavirus ya muy lastrado por una deuda que rozaba el 100% del PIB y que ahora permanecerá durante un largo tiempo por encima de esta cota. Sin ir más lejos, los cálculos de la Airef estiman que este periodo podría irse hasta las dos décadas.

Por lo tanto, todo apunta a que España está condenada a pagar mucho por el coste de la deuda durante largo tiempo. Un lastre en tiempos en los que el ahorro de costes se hace más necesario que nunca ante la multiplicación de los gastos derivados de la pandemia del coronavirus.