Ábalos abandona Barcelona sin aportar ningún plan detallado para impulsar las infraestructuras catalanas. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se ha limitado a señalar el "diálogo" como la herramienta adecuada para alcanzar acuerdos entre las diferentes administraciones y agentes sociales: "Es el momento de reivindicar el diálogo y su valor por sí mismo para afrontar los problemas". Además, ha echado un balde de agua fría sobre la distribución autonómica de los fondos europeos de reconstrucción: "El plan no se repartirá territorialmente, aunque hemos tenido en cuenta la necesidad de las autonomías y los ayuntamientos", ha precisado.
Buenas palabras pero ninguna novedad. Ábalos ha cerrado un foro organizado por Foment del Treball en el que se ha involucrado la plana mayor del tejido económico catalán. Pese a que todos los participantes han hecho piña en la denuncia del déficit de inversiones en la comunidad y han precisado las líneas de actuación estratégicas que deberían acometerse, el ministro no ha recogido el guante de la sociedad civil con compromisos concretos.
Frente común por las infraestructuras
Tanto Foment como el resto de actores económicos --el Cercle d'Economia, la Cambra de Comerç, Pimec, CCOO y UGT-- han reivindicado el fin del déficit inversor que arrastra Cataluña en materia de infraestructuras. Un decalaje que la patronal anfitriona cifra en 28.000 millones de euros durante los últimos diez años.
Josep Sánchez Llibre calcula que se necesitarían 5.000 millones anuales de inversión más una "mochila pendiente" adicional de otros 2.000 millones para poner a cero el contador de la obra pública. Para el portavoz, este "maltrato" impide que la comunidad afronte con éxito la reactivación necesaria tras la pandemia. Por eso ha deseado que los próximos presupuestos generales tengan "la complicidad de todos los grupos parlamentarios para incorporar los recursos de la Unión Europea" que revitalicen la economía.
La Cambra secunda a Foment
El presidente de la Cambra de Comerç, Joan Canadell, ha secundado la petición de Sánchez Llibre: "Defendemos unir esfuerzos para pedir las infraestructuras que necesita Cataluña". El representante de la entidad cameral ha criticado "el déficit continuo durante los últimos 20 o 30 años independientemente del color político del Gobierno". También ha subrayado la diferencia existente entre las partidas presupuestadas y las ejecutadas, que han dejado 8.000 millones de euros en inversiones no materializadas en la región.
La sinergia entre todas las voces se ha hecho patente en la lista compartida de instalaciones estratégicas que necesitan mejoras: la red de Cercanías, el Corredor Mediterráneo, los accesos a los puertos de Barcelona y Tarragona, la Orbital 40 y la interconexión de la A-2, AP7 y la C-32. La nota discordante, sin embargo, ha ido a cargo de Canadell, que ha vinculado el debate económico con el procés: "Nos hacen falta estas infraestructuras, y por eso la mayoría del empresariado catalán, para no esperar, se ha vuelto independentista", ha remachado.
Acercar la gestión al territorio
Otro de los frentes que han reclamado los interlocutores de la sociedad civil ha sido la "gestión de km 0" de infraestructuras clave como el aeropuerto del Prat. Josep González, presidente de Pimec, ha explicado que la gestión de la instalación aeroportuaria "queda un tanto encorsetada por su dependencia central", por lo que ha pedido transferir su control al territorio. Otra reclamación en la misma línea ha sido la transferencia completa de Cercanías a Ferrocarrils de la Generalitat, con la vista puesta en la ampliación de la red ferroviaria más allá del área metropolitana.
Al acto también ha acudido el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, que ha exigido a Ábalos el cumplimiendo de las partidas presupuestadas "tantas veces prometidas y siempre incompletas". El conseller ha solicitado la ejecución de todos los proyectos pendientes para fortalecer la comunidad no solo tras el azote del coronavirus, sino también para consolidar los objetivos de desarrollo sostenible durante los próximos diez años.