La funeraria que quiso replicar el Ayuntamiento de Barcelona ha encajado su segunda huelga en pocos días. La Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, que puso de ejemplo el concejal de Transición Ecológica de la Ciudad Condal, Eloi Badia, vive una nueva jornada de paros por la "falta de un plan de contingencia" contra el Covid-19.
Ocurrirá mañana martes, 29 de septiembre, cuando el personal de la funeraria capitalina está llamado a la movilización por, según CCOO, la falta de directrices claras frente a la segunda ola de coronavirus en la mayor ciudad española. En una nota, el sindicato ha alertado de que la plantilla ve "probable" que se repitan imágenes como "las morgues improvisadas, las incineraciones de madrileños a cientos de kilómetros de su ciudad y los retrasos inaceptables para la retirada y entierro de los fallecidos".
"Evitar un nuevo panorama caótico"
Es por ello que los empleados de la funeraria municipal emplazan al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, a trazar un plan de contingencia que evite "un nuevo panorama doloroso y caótico". Pese a los deberes que ponen los trabajadores en el despacho del concejal, también le tienden una rama de olivo. Recalcan la "importancia de mantener el diálogo ofrecido por la presidenta de la funeraria municipal y portavoz del Gobierno de Madrid, Inmaculada Sanz".
A renglón seguido, no obstante, advierten de que "la pandemia ya esta aquí y urgen actuaciones concretas". Entre otras demandas, destacan la recuperación de los servicios perdidos ante el empuje de las funerarias de las aseguradoras, amén de más recursos públicos, medios suficientes, protección para el personal y refuerzo de la plantilla con "contrataciones temporales necesarias y la estabilidad en el empleo".
Badia la puso de modelo
La segunda huelga en pocos días en la funeraria pública de la capital contrasta con la estabilidad de los servicios funerarios en Barcelona, donde rige un modelo de colaboración público-privada. El circuito funerario en la capital catalana aguantó el primer golpe del Covid-19 en buena parte gracias al esfuerzo de Serveis Funeraris de Barcelona (SFB), sociedad mixta, que llegó a adaptar un párking como depósito de campaña para féretros pagado de su propio bolsillo.
Por el contrario, fue Cementiris de Barcelona, sociedad 100% municipal y presidida por Eloi Badia, la que no pudo con el ritmo de cremaciones --opera este servicio en régimen de monopolio-- y amenazó con colapsar. Antes, el edil había puesto de ejemplo a la funeraria de Madrid como ejemplo del escenario que quería en la Ciudad Condal. No concitó apoyo político y su proyecto de operador municipal fracasó.