Pantalla con el gráfico del Ibex 35 en la Bolsa de Madrid / EP

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Business

El Ibex ya vale lo mismo que las tres primeras fortunas del mundo

Las antaño grandes compañías del índice cotizan desde hace tiempo en sus mínimos de varias décadas, en un entorno sin problemas de liquidez y con tipos negativos, óptimo para operaciones corporativas

26 septiembre, 2020 00:00

El pesimismo por la segunda oleada de contagios de la pandemia del coronavirus que se ha extendido por los mercados no deja levantar cabeza a la bolsa española, la más golpeada por la crisis del Covid-19 entre los principales mercados. Tras varios intentos, el Ibex 35 no consigue abandonar la zona de mínimos de ocho años en la que lleva instalado desde marzo, con varios de sus antaños pesos pesados en las cotas más bajas de las últimas décadas, en serio peligro de ser protagonista de una operación corporativa a precios de saldo.

Las cifras hablan por sí solas. Tras la sesión del viernes, la capitalización conjunta de las empresas que componen el índice selectivo es de 350.000 millones de euros, una cantidad equivalente a la suma del patrimonio calculado a las tres grandes fortunas del planeta en la actualidad: el fundador y accionista de Amazon, Jeff Bezos; el cofundador de Microsoft Bill Gates y el creador de Tesla, Elon Musk. Es decir, entre los tres podrían adquirir la totalidad del índice.

Mínimos de 25 años

El indicador de referencia de la bolsa española vale en estos días unos 175.000 millones menos que antes de la debacle de las bolsas como consecuencia de estallido de la pandemia. Y tan sólo cuatro valores cuentan con una capitalización superior a 20.000 millones de euros: Inditex (algo más de 73.000 millones), Iberdrola (en torno a 65.000 millones), Cellnex y Santander (que pelean por el tercer puesto del índice, valoradas en algo más de 25.000 millones cada uno). Es decir, cuatro títulos suponen cerca del 55% del total del Ibex.

Precisamente, la situación de los bancos llama especialmente la atención. De los seis que componen actualmente el indicador, tan solo la entidad que preside Ana Botín figura entre los diez mayores valores por capitalización. Pero, eso sí, con su cotización más baja de los últimos 25 años, es decir, antes de la gran fusión con el Central Hispano de finales de siglo. Algo similar a lo que ocurre con BBVA, desplazado de este particular top-ten, dado que su valor en bolsa apenas supera los 15.000 millones de euros, y que no cambiaba acciones en el mercado a precios tan bajos desde 1995, antes de incorporar Argentaria a su nombre y sus siglas.

Entorno complicado

Los seis bancos que cotizan en el Ibex (además de los mencionados, Caixabank, Bankia, Bankinter y Sabadell) apenas suman 60.000 millones de euros de capitalización. Todos ellos juntos no alcanzan a los dos primeros del selectivo español. Antaño, Santander llegó a superar los 100.000 millones de euros en solitario. Hoy en día, el citado Bezos podría adquirirlos prácticamente todos solamente con lo que se ha revalorizado su paquete de acciones en Amazon en lo que va de 2020.

El entorno financiero ha sido muy golpeado por el escenario prologado de tipos de interés negativos, que amenaza con prolongarse al menos durante cuatro años más, según afirmó hace una semana el presidente de Bankia y futuro presidente del nuevo Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri. “La banca cotiza en toda Europa en sus mínimos de los últimos 30 años”, admitió.

El caso de Telefónica

Pero no es el único ámbito que atraviesa un momento más que delicado en los mercados. Telefónica también se encuentra al borde de perder su lugar entre las diez primeras del Ibex 35, con una capitalización que no llega a 16.000 millones de euros.

Al margen de lo anecdóticas que puedan resultar determinadas comparaciones, la situación es más que delicada en el entorno en el que nunca fue más barato obtener financiación y donde, además, no se observan grandes problemas de liquidez como sí ocurrió en la anterior etapa de recesión. La que se inició a finales de la pasada década y que fue, sobre todo, una crisis precisamente de liquidez.

La amenaza tecnológica

Pocas veces las grandes compañías españolas han estado tan expuestas a ser pasto de operaciones corporativas que, además, contarían con el atractivo de poder llevarse a cabo a precios de auténtico saldo, en algunos casos prácticamente nunca vistos.

El empuje de los sectores tecnológicos, a los que la crisis ha catapultado de forma definitiva como aquéllos que tendrán en su mano el control empresarial en las próximas décadas, ha endentecido no pocas alarmas en ámbitos tradicionales y, a primera vista, tan alejados de él como, precisamente, el financiero. Una de las principales inquietudes de la banca es la rivalidad que van a encontrarse (y de hecho, ya están empezando a hacerlo) en los gigantes de la tecnología, cuya competencia amenaza con cambiar por completo la dinámica y operativa del sector.

Ganar tamaño

No es casualidad que el Banco Central Europeo (BCE) inste a las entidades financieras de la zona euro a ejecutar un proceso de consolidación con el objetivo de ganar tamaño. Y no sólo es una forma de afrontar con mayor firmeza el complicado entorno en el que tendrán que operar en los próximos años, como apuntaba Goirigolzarri. También parece el único medio de poder mirar a los ojos a auténticos imperios corporativos, con capitalizaciones que superan ya con creces el billón de euros.

Compañías como Amazon, Apple o Microsoft, triplican en solitario la actual valoración de todo el Ibex 35. Y la capitalización de Telefónica supone apenas un 1% de la suya. Definitivamente, las comparaciones no resisten. Sólo está por ver si aguantarán las empresas.