El centro de Barcelona recuerda años pretéritos, los de antes de los Juegos Olímpicos de 1992. No hay turismo, y los comercios esperan con angustia a los clientes. La pandemia ha castigado de forma especial a la capital catalana, que ha tenido en el turismo internacional una fuente enorme de ingresos, con sólo un 16% de turismo del conjunto de España. Marian Muro es directora general de Turismo de Barcelona, cargo que asumió justo antes del inicio de la pandemia, en marzo de 2020. Ahora, a pesar de los problemas, señala que con todo lo que se ha previsto, “en 2021 Barcelona puede tener su mejor año turístico de la historia, siempre que se cumpla el calendario que ya tenemos cerrado", contando con otra edición del Mobile World Congress.

Muro asegura que con los acuerdos a los que se ha llegado, con congresos fijados a lo largo del año, y con una promoción fuerte en el sudeste asiático y en Estados Unidos, “si se cumple el calendario y no hay imprevistos”, el próximo año puede ser muy importante para la ciudad. Pero harán falta algunos impulsos. Muro, exdirectora general de Turisme de la Generalitat, y exdirectora del grupo Julià en España, reclama que España asuma un mayor liderazgo, y que el Gobierno español “se anticipe y lidere en Europa las medidas que sean necesarias para abrir de nuevo el turismo, teniendo en cuenta que no será como antes mientras no haya una vacuna para el Covid. Pero en ese lapso no nos podemos quedar con los brazos cruzados y hay que actuar”.

Turismo tecnológico

Muro, en una entrevista en el programa Converses de la Cadena Cope, con la participación de Crónica Global, se ve inmersa en una situación complicada. Es la directora general del consorcio de Turismo de Barcelona, cuya presidenta es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y depende también de la Cámara de Comercio de Barcelona, además de la Fundación Barcelona Promoción. Y los planes para relanzar el turismo por parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona son tímidos, por la falta de proyecto de Colau, que vio en el turismo en la ciudad, desde su acceso a la alcaldía, una invasión que era necesario regular. Muro, especialista en el sector, rechaza la idea de la “resignación”, y quiere actuar con planes más agresivos, entendiendo, sin embargo, que es una oportunidad para “rehacer el modelo”.

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en una comparecencia durante la pandemia / EFE

A su juicio, Barcelona necesita un relato propio sobre el turismo, “no que se lo hagan desde fuera”, y por ello quiere canalizar mejor todos los recursos, aprovechando la potencia de los congresos profesionales, la tecnología y los equipamientos de biomedicina de la ciudad. Un campo que se debe explorar es, precisamente, es ese último, emulando lo que lleva a cabo Israel, que atrae un turismo tecnológico de gran poder adquisitivo.

PCR en todos los aeropuertos

Muro, en todo caso, pide ayuda a todos los implicados, con una idea que ha comenzado a encontrar un hueco en el sector, desde el inicio de la pandemia: es necesario invertir menos en promoción y diseñar y gestionar mejor los flujos turísticos. Es lo que propone uno de los mayores especialistas, Javier Blanco, exvicesonsejero de Turismo del Gobierno Vasco, como explica en esta entrevista en Crónica Global. “Estoy de acuerdo en lo que defiende Blanco, porque lo importante ahora es canalizar el turismo, saber qué nos interesa y cómo lo podemos lograr”.

Ahora bien, sin medios de transporte aéreos el turismo se complica. Muro pide que el Ejecutivo español actúe con menos complejos y lidere un plan coordinado en la Unión Europea para realizar pruebas de PCR en las salidas de todos los aeropuertos, para conocer qué pasa en cada momento y permitir un turismo seguro. “Es cierto que no recuperamos rápidamente los 23 millones de viajeros, pero podemos lograr unos diez, y en poco tiempo ofrecer el mensaje de que es seguro viajar a la ciudad”.

 

Las Ramblas de Barcelona, casi vacía en plena pandemia de coronavirus / EFE

 

Del 16% al 25% de turismo nacional

Con el cambio que supone la pandemia, la directora general de Turismo de Barcelona, que necesita también la plena complicidad de la alcaldesa Colau, apuesta por reforzar el turismo nacional y llevarlo del actual 16% al 25% en un periodo corto en el tiempo.

Todo, eso sí, se debe “replantear” a su juicio, con apuestas más claras por un turismo cultural, todavía con la posibilidad de instalar una filial del Hermitage abierta, pese a las reticencias del Ayuntamiento de Barcelona, y con un “turismo sostenible” que evite una vuelta a la masificación en el centro de la ciudad, como ocurría antes del inicio de la pandemia. Muro desea cambiar ese modelo, con el objetivo de "mandar" en los flujos, con la ayuda de la tecnología, que lleve turistas a centros culturales desde el aeropuerto, sabiendo en todo momento cuándo pueden entrar y en qué condiciones.