Posiblemente sea el sector peor parado tras la pandemia del coronavirus. Los hoteles han dejado de recibir clientes durante largo tiempo, llegando en ocasiones a abrir sus habitaciones para acoger a enfermos, por culpa del Covid-19. Ahora, tras casi cuatro meses de inactividad, se ponen en marcha. En temporada alta, y con millones de turistas extranjeros deseando venir.
No obstante, el daño parece casi irreparable este año por mucho que se intente caminar todo lo rápido que se puede. Joaquín Niza, consultor para empresas turísticas y director de operaciones y comercial de Hoteles Pato, cuenta que la situación es de “mucha incertidumbre” y sostiene que el sector “tiene poco margen de maniobra para esta campaña”.
A los hoteles no les salen las cuentas: de cerrar este año a abrir la vía de los ERE / CG
Temporada dura
“La temporada se presenta dura, pero no hay que perder las ganas de pelear para que se puedan mantener las muchas familias que viven de este sector”, cuenta el experto a Crónica Global.
Niza señala que para salvar la temporada se han desarrollado iniciativas, como en Italia, que han incentivado a las familias para que hagan turismo nacional, lo que ha significado un “gran balón de oxígeno para las empresas”.
Rentabilidad escasa
Los hoteles también se enfrentan a otro handicap: el de la rentabilidad. El director hotelero llega a cuestionársela en las cuentas a final de año. “Se necesitará un aumento de plantilla con respecto a otras situaciones de ocupación similar, ya que la situación actual conlleva un aumento de la frecuencia de limpieza de zonas comunes, una mayor higienización de las habitaciones, un servicio de comidas que requiere de más personal...”, sentencia el experto.
Todo eso supone, claro, que los hoteles necesitarán ahora de un mayor gasto en productos de limpieza y desinfección, así como de mascarillas, guantes o geles hidroalcohólicos.
Hoteles cerrados
Respecto a si podría darse el caso de que propietarios de hoteles puedan replantearse tener cerrado su negocio, el gestor no duda: “Se van a dar casos en los que ni abrirán”.
“Esta situación se debe a que, en muchos casos, han comenzado a entrar en el panorama hotelero fondos de inversión y propietarios que, sin pertenecer al sector, han decidido gestionar sus hoteles, en lugar de cederlos en gestión a empresas más especializadas y acostumbradas a moverse en este complejo mundo hotelero”, cuenta el experto.
Al 50%
El gestor cree que “un hotel puede funcionar al 50% en condiciones normales”, pero se le hace más complicado imaginar un establecimiento a media capacidad en plena pandemia. A pesar de ello, “se trata de un sector resiliente” que “sabe reinventarse”, matiza.
Este cúmulo de cosas podría provocar que los hoteles terminen por pasar de los ERTE a los ERE, según Niza.
Más flexibilidad
Por último, desde el sector hotelero cuentan que determinadas decisiones políticas, unidas a la delicada situación económica, no ayudan a la recuperación: “No se han tomado decisiones importantes y la rigidez de los ERTE no ayuda”, opina el gestor.
Además, ve “ilógico” decretar la apertura de los hoteles sin que pudieran hacerse movimientos interprovinciales, “ya que los destinos turísticos viven, en gran parte, del turismo que llega de provincias limítrofes”.