La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, en el Congreso / EP

La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, en el Congreso / EP

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Las reformas que España debe a Europa si quiere recibir transferencias

El Gobierno insiste en que se financia bien en los mercados y que no habrá condicionalidad si pide ayuda al MEDE, pero los expertos creen que deberá elaborar un plan de medidas a medio plazo

18 mayo, 2020 00:00

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha alabado el fondo de la Comisión Europea, el SURE, que se adapta “muy bien” a las necesidades de España para financiar los ERTE que están prorrogados hasta el 30 de junio. Eso puede suponer una ayuda de cerca de 20.000 millones de euros. Y el Tesoro sigue acudiendo a los mercados y encuentra financiación todavía con facilidad. Pero el Gobierno podría elaborar en breve, pensando en los presupuestos de 2021, un paquete de reformas si pretende acogerse al fondo de reconstrucción que sigue discutiendo el Consejo Europeo.

El presidente Pedro Sánchez insiste en cada una de sus intervenciones en ese fondo de reconstrucción, y niega que España sea ‘rescatada’ a partir del MEDE. Esa palabra ya está olvidada, porque la pandemia del coronavirus no debería suponer la mancha del rescate. Se considere así o no, lo cierto es que los expertos señalan que la economía española deberá adoptar cambios para ganar productividad en el futuro, para mostrar una estructura más sólida.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una rueda de prensa / EP

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una rueda de prensa / EP

Pensiones y racionalización del gasto

El economista José Carlos Díez señala que “el sistema de pensiones se deberá abordar en algún momento, y más pronto que tarde”, agilizando lo que ya había intentado el Gobierno de Mariano Rajoy, con la jubilación a los 67 años. Díez, sin embargo, insiste más en “las políticas activas de empleo”, para que sean, realmente, efectivas. Y enumera dos cuestiones más: “Una verdadera agenda de transformación digital” --vistos los cambios hacia el teletrabajo que se producirán en miles de empresas-- y “un plan riguroso de racionalización del gasto público”.

Ese plan engarza con lo que defiende el premio Nobel de Economía, Jean Tirole. En su libro La economía de bien común defiende un Estado de bienestar fuerte, pero con un control mucho más exhaustivo de los recursos públicos. El lema es gastar mucho --nadie lo puede poner en duda en estos momentos--, pero mejor: gastar con efectividad, en unos sectores y no en otros, y siempre que ese gasto público tenga verdaderos efectos multiplicadores. “Se trata de ver el gasto como inversión, y para ello hay que acertar y ver qué hace quién y en qué momento”, añade José Carlos Díez.

El BCE, detrás de la financiación

El Tesoro, como ha indicado la ministra Calviño, sigue logrando la complicidad de los mercados. En el primer cuatrimestre, España ha captado 44.530 millones de euros. Es la cantidad con la que se ha endeudado para hacer frente al mayor gasto por la pandemia, pero también para paliar la caída de ingresos.

Esas emisiones del Tesoro representan hasta siete veces más que en el mismo periodo del pasado año. Las distintas previsiones que se han realizado sobre las necesidades de financiación para este año se refieren a unos 118.000 millones de euros, casi cuatro veces más de lo previsto a principios de año. Y de ese total, unos 75.000 millones los adquirirá el BCE, el verdadero remedio de países como España dentro de la zona euro.

Dinero para los ERTE

Por ahora está el BCE, y eso tranquiliza a la ministra Calviño. Pero, en función de la lentitud en la recuperación económica, con el Gobierno pendiente de que no se produzca ningún rebrote importante de la pandemia, los recursos que puedan llegar de la Unión Europea son limitados. Además, se ha añadido la sentencia del Tribunal Constitucional de Alemania, que cuestiona la actuación del BCE y eso inyecta más incertidumbre.

Lo que se tiene es esa parte del fondo SURE, que irá destinado a la financiación de los ERTE y entre 20.000 y 30.000 millones del MEDE para los gastos extraordinarios en Sanidad --están condicionados exactamente a ese fin-- con lo que, en total, se trata de unos 50.000 millones de euros.

¿Qué más? Dependerá de cómo negocie España en las próximas semanas en el seno del Consejo Europeo.

Las diferencias con Europa

El economista e inversor financiero Luis Torras se refiere, como Díez, a la necesidad de racionalizar el gasto público, a ver qué “duplicidades existen”, y con un consejo de expertos reordenar todo el sistema público. En algún momento eso será una “exigencia” de Europa. Torras indica que hay importantes diferencias entre los ciudadanos europeos, y que España debe ser consciente de ello. Es cierto que la renta media española está por debajo de países como Holanda o Alemania, que rechazan cualquier mutualización de la deuda, pero recuerda que en Alemania la jubilación llega dos años más tarde. Si el salario medio es de 2.719 euros, mayor que el de 1.637 en España, la pensión media es de 1.003 euros, mientras que la española es de 1.070 euros, según los datos de Eurostat.

Con una deuda en relación al PIB que puede ascender al 120%, y con un paro de alrededor del 20%, el Gobierno español necesitará ofrecer gestos y realidades de que intentará mejorar los déficits estructurales de la economía española, aunque sea a medio y largo plazo. La urgencia de lo inmediato, de paliar en lo que se pueda los efectos del parón económico por la pandemia, no debería hacer olvidar esas reformas pendientes en ámbitos como la educación, las infraestructuras o la inversión en I+D.