DomusVi esconde un brote en su mejor residencia de Cataluña

DomusVi esconde un brote de coronavirus en su mejor residencia de Cataluña. El gigante de los geriátricos se enfrenta a una cadena de positivos por el virus SARS-CoV-2 en el centro de la Bonanova, inaugurado en 2013 en un antiguo hospital remodelado y que es el asilo-buque insignia de la compañía de Josefina Fernández en la región.

Lo han denunciado familiares de residentes de DomusVi Bonanova, quienes han aportado comunicados internos de la dirección a este medio para confirmar su versión. Según estas notas privadas, el 19 de abril acudieron los Bomberos de Barcelona a desinfectar la residencia. A finales del mismo mes el Centro de Atención Primaria (CAP) local y el Hospital Plató iniciaron los test a los usuarios. Los resultados afloraron nuevos contagios, por lo que el pasado viernes, 1 de mayo, DomusVi Bonanova ya habilitó una planta para los positivos. A día de hoy los mayores están aislados en sus habitaciones y la gerencia ha pedido una nueva desinfección a Bomberos.

Empresa: "Informamos cada mañana"

Preguntada por la cuestión, la portavocía de prensa del operador gallego de residencias, el líder del sector en España, se limitó a informar a este medio que "comunica diariamente" la situación de la residencia de la Bonanova a los familiares de los residentes, a quienes no pueden visitar por orden de las autoridades sanitarias. DomusVi, no obstante, no da datos sobre cuántos positivos, curados, evacuados o fallecidos tiene en la Bonanova, aunque los allegados estiman que podrían rondar la docena. El geriátrico tiene 129 plazas residenciales.

Los Bomberos de Barcelona, desinfectando la residencia DomusVi Bonanova / DV

La cicatería con la información a los medios que ofrece DomusVi no gusta a las familias. En conversación con este medio, algunas de ellas han lamentado que "se diga que las residencias son párquines de ancianos cuando, ahora que hay una crisis, los queremos visitar, arropar y hacer el seguimiento, pero los tienen confinados en sus habitaciones". En cualquier caso, la situación en el equipamiento para mayores de la Bonanova es mejor que en DomusVi Ca n'Amell Premià de Mar, donde ayer el Ayuntamiento confirmó la muerte de 78 personas, un 40% de los usuarios de la instalación sociosanitaria. Ese centro está siendo investigado por la Fiscalía de área de Mataró y Arenys, tal y como avanzó Crónica Global. 

Bonanova: el buque insignia de DomusVi

Pese a que la situación en la Bonanova es mejor que en Premià, donde DomusVi ha naufragado y su centro ha tenido que ser rescatado por el Govern, el brote de Sarrià-Sant Gervasi podría causar un mayor daño reputacional a la empresa que lidera Josefina Fernández. Ello es así por dos motivos. Por un lado, porque los distritos con rentas más altas de Barcelona habían quedado relativamente resguardados del impacto del coronavirus. Las cascadas de muertes se habían producido en zonas de renta media o incluso baja como Sant Andreu (residencia Casa Asil de Sant Andreu, con 57 muertes, por ejemplo), Ciutat Vella (residencia Bertran i Oriola, con cerca de 30 fallecimientos) o Sants-Montjuïc (residencia Mossèn Vidal i Aunós, con más de una decena de óbitos). 

En segundo lugar, DomusVi sufrirá en la Bonanova porque su geriátrico en el barrio es considerado año tras año como el mejor de la capital catalana. Lo construyó SARQuavitae en 2013 aprovechando las antiguas instalaciones de la Clínica Dexeus. Tras una reforma integral encargada a una conocida inmobiliaria, la empresa vinculada a familias tradicionales de la burguesía catalana --se vendió en 2016 a un fondo de inversión-- lo adaptó como equipamiento para mayores con amenities como suites, peluquería, o un espacio mínimo de 54 metros cuadrados por residente. Todo ello tiene un precio: de 4.000 a 8.000 euros por plaza al mes.