La empresa tiene miedo. Así se desprende de la valoración del primer trimestre de 2020 que ha realizado Foment del Treball, que teme que el miedo al coronovarius puede impactar todavía más en la economía, como se ha visto en los mercados bursátiles y en el consumo, y provoque una caída de un punto porcentual o dos en el crecimiento económico del país, como indica la CEOE. Un impacto que será mayor en Cataluña. En este sentido, el presidente de la comisión de Economía y Finanzas de la patronal, Salvador Guillermo, ha exigido este martes a la Administración que se olvide de nuevos impuestos y de contrarreformas y contraincentivos a la ocupación.
Guillermo insiste en la mayor vulnerabilidad de Cataluña ante el impacto económico del coronavirus por el peso que tiene el turismo --que supone el 24% del gasto turístico español--, y especialmente el turismo de congresos, y ha puesto de ejemplo el caso de la cancelación del Mobile World Congress. Asimismo señala que el peso de la industria y su dependencia de recursos del exterior motiva que el impacto sea mayor que en España. Aun así no ha puesto cifras a dicho impacto.
"Periodo sensible"
En este sentido, Foment hace un llamamiento a la prudencia para que el miedo al coronavirus no haga más daño que la propia infección. Detecta que desde que se conocieron los primeros casos el miedo se ha impuesto y ya hay una tendencia cautelosa al consumo y a la inversión. Aun así Guillermo destaca que “no estamos en un periodo de recesivo, pero sí en un periodo sensible” y prevé que el crecimiento de la ocupación será bajo. “No es momento para subir o crear impuestos ni de hacer grandes cambios”, advierte, “porque tendrá efectos en el empleo” y pueden agravar la situación “aún más”.
La patronal insiste en que las políticas fiscales planteadas hasta ahora no ayudarán a mejorar una situación de desaceleración, cuando las tasas de creación de empleo son bajas y la previsión del crecimiento del PIB es cautelosa. “El consumo pierde fuerza”, asevera, y la política monetaria europea tampoco ayuda, por lo que “hay poco margen” para la experimentación y más con un imprevisto como el coronavirus.
Prudencia
Guillermo admite que ve un trimestre con menor crecimiento, “un trimestre más suavizado” y puede ir a peor si se toman las medidas equivocadas. “La gente está muy sensibilizada”, y pese a que los efectos del coronavirus harán descontar una décima o dos décimas al crecimiento, “se debe evitar que la percepción se convierta en realidad”.
Foment se muestra prudente. El presidente de la comisión económica remarca que hoy no se puede “hablar de recesión" aunque admite que “estamos en la fase caliente y se requiere una cabeza fría” y más con la crisis del coronavirus aún latente. Si los casos no aumentan de forma relevante, “no tiene por qué tener un efecto muy fuerte, más allá del miedo”, sentencia.