En España para todo el sur de Europa. Los refugios subterráneos para ricos llegan a la península. El Proyecto Vivos Terra sondea la contrucción de un resort bajo tierra con 45 apartamentos de alto standing. La inversión, que comanda el inmobiliario estadounidense Robert Vicino, se ejecutaría en una zona próxima a Marbella (Málaga). Está en fase de capitalización a la espera de conseguir los fondos necesarios para pasar a preventa.
Así lo ha explicado Enrique Moncada, el socio de Vicino en España. "Se ha elegido Marbella por la cercanía a un destino turístico de primer nivel al que acuden millonarios de todo el mundo", ha enfatizado. Según el directivo, el proyecto "ya ha pasado los estudios iniciales y está en fase de capitalización". ¿Qué pretenden hacer Vicino y Moncada? "Crear un refugio seguro como el que ya ha comprado Vivos en Indiana (Estados Unidos) y proyecta en Rothenstein (Alemania)", explica el empresario.
El apocalipsis 'chic'
El primer complejo, una antigua red de búnqueres capaz de aguantar un ataque nuclear, ya la ha adquirido el inmobiliario. El segundo, el mayor del mundo, está en fase de estudio. "Estamos hablando de resorts capaces de albergar a personas con altísimo poder adquisitivo y un equipo de técnicos, médicos, maestros, psicólogos y personal auxiliar", explica Moncada. Esta pequeña colonia podría aguantar todo tipo de calamidades en el planeta, desde un tsunami hasta la caída de un meteorito, pasando por la inversión de los polos, un ataque terrorista, una erupción volcánica o una revolución popular, incluso una pandemia "de un virus devastador como el coronavirus". "Se habla mucho del apocalipsis, pero la cuestión es más banal. Se trata de tener un lugar seguro, discreto, al que acudir solo por invitación si la vida en el exterior se complica".
"Tenemos, por ejemplo, --continúa el directivo-- el ranking anual [consultar aquí] elaborado por la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos). Este centro universitario publica anualmente cuán preparadas están las naciones para soportar el cambio climático. España, con 62,5 puntos sobre 100, no sale muy bien parada". Así pues, el Vivos Terra podría ser una opción si las cosas en tierra se complican. "No es un búnker. Es un complemento bajo tierra a las villas de alto nivel que pueden tener las personas de alto nivel. Todo ello por un precio un 75% menor al que pagan por sus superviviendas convencionales", describe el consejero delegado de Dreams Group.
Todas las comodidades
Llegadas estas condiciones, Vivos Terra Marbella ofrecería un refugio para unos cuantos, al principio. "Con todas las comodidades. Agua y aire filtrados. Alimentación, servicio médico y amenidades como piscina, salones de estar, bares, bibliotecas gimnasio y, por supuesto, máxima seguridad para aguantar, al menos, doce meses", precisa el ejecutivo. Todo ello, claro, con la decoración que quiera el cliente y la configuración deseada. "Queremos ofrecer 24 apartamentos, aunque se pueden dividir en loft o habitaciones. El coste de construcción no es mucho mayor que un desarrollo inmobiliario de alto standing convencional", ilustra el impulsor. El espacio, si finalmente ve la luz, buscará el máximo confort para evitar riñas entre los huéspedes. "En caso de que se llegue a usar, los socios deberían acudir a unos puntos de encuentro secretos. Desde allí se les transportaría al refugio en 20 minutos por aire. Y se organizaría todo, incluso la convivencia, para aguantar doce meses. También las leyes, que serían propias".
Vivos Terra, ¿son ensoñaciones o una realidad? Lo que se conoce por ahora es que Robert Vicino, su impulsor, se dedica en cuerpo y alma al proyecto desde 2008. Consiguió hacerse con la red de búnqueres de Indiana y vender todas las plazas, además de adquirir el antiguo complejo militar en Rothenstein. Proyecta lanzar iniciativas similares en Australia y Suramérica. No obstante, otro proyecto para abrir un macrorefugio bajo tierra con golf se demoró en Arkansas (Estados Unidos). Sus redes sociales tampoco destacan por un masivo éxito. En España, el equipo de Vicino --empresario y admirador de Donald Trump-- y Moncada --el hombre que trajo Café del Mar a Marbella-- sí tiene web propia [ver aquí] para el refugio de Marbella, el mayor del sur de Europa. Son dos socios, pero faltan inversores, a los que la pareja de empresarios dan la bienvenida.