Nuevo capítulo judicial de la polémica agencia de valores Qrenta. En plenas navidades, la dirección del grupo ha llevado los libros contables al juzgado para solicitar la declaración de concurso de acreedores. Y además lo ha hecho directamente, sin pasar antes por el preconcurso, que le habría dado hasta cuatro meses para negociar un convenio anticipado con sus acreedores.
El expediente ha recaído en el Mercantil número 8 de Barcelona. En 2018, últimos datos conocidos, sus ingresos cayeron en barrena de 6 a 3,4 millones, con un resultado final negativo de 807.000 euros.
18 empleados en plantilla
Qrenta nació en 1993. Según datos registrales, en su capital participan Eusebio y Yolanda Zuloaga Arisa, Javier Condomines Concellón, Josefa Homedes Gregó y Pilar Rodríguez Usle. La agencia tiene 18 empleados en sus oficinas de Diagonal.
El concurso de acreedores de Qrenta escribe un nuevo capítulo en los inacabables avatares judiciales de esta firma. Sobre los gestores de Qrenta pesan dos querellas en las que se les acusa de los delitos de estafa, administración desleal, corrupción entre particulares y manipulación de precios del mercad que impulsan la socia de CHR Legal María Jesús Hernández Elvira y el bufete Iuris Factor.
Declaraciones aplazadas
Jordi Martí Taulé y David Albacete Sánchez, los dos principales gestores del grupo, se han librado hasta la fecha de declarar ante el Juzgado de Instrucción número tres de Barcelona, encabezado por María Pilar Rovira del Canto. En dos ocasiones, ya que un problema de salud de uno de los abogados de los investigados ha propiciado que tanto el fundador y principal ejecutivo del grupo como el presidente del consejo de administración eviten dar explicaciones sobre qué tipo de gestión realizaban.
La defensa global del equipo de Qrenta corre a cargo del bufete Rousaud Costas Duran (RCD), que cubre tanto el ámbito penal como el civil y el mercantil. Los clientes de la agencia de valores han interpuesto demandas en los tres ámbitos. Coinciden en destacar que se incumplían las directrices de límite de riesgo que querían asumir y que desarrollaron una red de productos financieros con varias sicav activas que buscaban mantener las inversiones en unas empresas muy concretas.
Sede embargada
El grueso de ellas iban a parar a firmas del Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Grupos como Home Meal Replacement (Nostrum), Euroconsult o Inkemia, entre otros. La propia Qrenta había asesorado a estas firmas en muchos casos para dar el salto al parqué y se mantenía en su consejo de administración, un rara avis en las cotizadas.
Los grupos del MAB han quebrado en su mayoría. De hecho, los denunciantes señalan que los problemas económicos de estas empresas propiciaron una especie de operativa piramidal que ahora intentan esclarecer en los tribunales. Todas estas cuestiones marcarán el concurso de acreedores que se ha empezado a tramitar en la capital catalana. Ni siquiera se podrá usar la sede de la agencia de valores como activo al que sacar algo de liquidez durante la insolvencia. El inmueble situado en la avenida Diagonal está embargado en el marco de la causa civil.