Son apenas un puñado de nuevas fotografías, pero las instantáneas dan una idea de cómo será la propiedad. La prestigiosa arquitecta francesa Odile Decq ha publicado imágenes inéditas de las plantas superiores de Antares Barcelona, el bloque de apartamentos de lujo que el fondo luxemburgués Shaftesbury Asset Management construye en el extremo norte de la avenida Diagonal.
Las imágenes las ha publicado la revista especializada en arquitectura Archinect. La publicación da cuenta del proyecto de Decq en Barcelona. La creativa francesa está al cargo del diseño de la estructura e interiores del bloque Antares. Declara que ha concebido cada apartamento de la torre de 30 alturas con "una visión sensorial y visionaria en mente". La profesional gala presentó su primer proyecto en Barcelona en la Bienal de Venecia en 2018.
89 residencias y una planta 'wellness'
En aquella ocasión se aportaron más datos de unos de los proyectos inmobiliarios más enigmáticos de la ciudad condal. Se conoce que albergará 89 residencias, incluyendo cuatro dúplex de una a cuatro habitaciones. Uno de ellos, situado en el ático, ya ha sido comprado por un magnate ruso por un precio que ronda los nueve millones de euros, tal y como avanzó este medio.
Poco a poco, el vehículo de inversión centroeuropeo va informando de más detalles del desarrollo urbanístico. Se conoce, por ejemplo, que las unidades más exclusivas tendrán acceso a una piscina infinity con vistas al litoral barcelonés. Hay más. El complejo residencial tendrá una planta entera dedicada al bienestar, con piscina cubierta, sauna, gimnasio, salas de yoga y relajación. En la planta noble, el rascacielos presumirá de una estilizada entrada, jardín privado y porche cubierto para los vehículos de los residentes. El párquin subterráneo tendrá 155 plazas y habrá también dos locales comerciales y trasteros.
Pasado turbulento
El nuevo superedificio de Barcelona presenta credenciales para brillar, pero no siempre fue así. La intervención urbanística la pergeñó como edificio de oficinas la inmobiliaria Espais, de la familia Casamitjana, antes de la crisis económica de mediados de 2000. El proyecto quedó parado en plena recesión postboom del ladrillo en 2009, dejando un esqueleto vacío en el paisaje urbano barcelonés, mientras Espais se desplomaba y quedaba al borde del concurso de acreedores. Finalmente, Shaftesbury adquirió la unidad vacía en 2015 y pidió al Ayuntamiento de Barcelona reconvertirla en viviendas, tal y como avanzó Metrópoli Abierta.
Por el camino, el fondo luxemburgués tuvo que hacer algunos ajustes. Derribó un edificio auxiliar de nueve plantas, aunque pudo elevar las alturas de 23 a las actuales 30 con permiso municipal, que logró en 2017. La modificación no conllevó cambiar el planeamiento urbanístico. Se espera que el rascacielos, situado frente al Diagonal 00, la sede de Telefónica en Barcelona (foto superior, al fondo a la derecha) esté terminado en 2020, aunque ya se ha empezado a comercializar.