El equipo ejecutivo de la Cámara de Comercio de Barcelona, liderada por Joan Canadell, creará 30 nuevos empleos en la organización de dinamización empresarial a lo largo de 2020. Los independentistas han usado la mayoría que ostentan en el pleno de la organización para sacar adelante este jueves un presupuesto que ha sido criticado por sus opositores. Los críticos con sus iniciativas políticas consideran que será el camino para que la institución se convierta en una colocadora de personas afines a la ANC.
Este es el gran temor que se ha expuesto durante una sesión en que también se han nombrado más cargos internos, tal y como ha podido saber Crónica Global. El incremento de plantilla del 20% es el principal cambio de las cuentas que se han presentado e implican un gasto extraordinario de 1,012 millones de euros. Esta cifra se come gran parte del fondo patrimonial que el equipo de Eines de País se encontró en la Cámara cuando tomó el poder, un margen de maniobra que les llevó a reconocer que se ponían al frente de una institución saneada después de años de mandato del desparecido Miquel Valls.
Marketing y promoción
Si la obcecación de este último fue conseguir cuadrar las cuentas y reducir el capítulo de gasto tras la desaparición de las cuotas camerales obligatorias en 2010, una decisión que se tomó en plena crisis y que propició un aluvión de reestructuraciones laborales en las cámaras de toda España, ahora se apuesta por impulsar este capítulo. “Los servicios de la cámara son intensivos en personal”, ha argumentado la directiva de Canadell durante su exposición, “si queremos crecer debemos poder dotar a la casa de nuevos profesionales que soporten este crecimiento”.
Para “impulsar la institución”, los independentistas consideran indispensable dotarse de una nueva “estructura de marketing y promoción” que debe coordinar las acciones y lleva a “reforzar su posicionamiento como la institución empresarial más amplia y representativa de nuestro país”. Inciden de esta forma en su objetivo de usar la Cámara de Comercio de Barcelona como otro altavoz de su activismo político, cuestión que se ha puesto de nuevo de relevo poco antes del inicio del plenario.
Mensaje a ERC
En el tradicional encuentro de Navidad con la prensa, Canadell ha explicado que ha lanzado una nueva consulta al empresariado sobre si los “partidos políticos catalanes deberían dar apoyo a una investidura” sin reconocer ni dar una solución al déficit de infraestructuras que denuncian, los 45.000 millones de euros hasta 2030. Un mensaje hacia ERC sin llegarles a citar pero que deja claro las intenciones políticas del equipo surgido de la ANC.
La translación económica de este reto procesista lleva a que la Cámara de Comercio de Barcelona renuncie al 7,3% de sus beneficios en las previsiones económicas del próximo año. Los gastos se elevarán hasta los 21,85 millones mientras que los ingresos se quedarán en tan sólo 22,84 millones, cifra que implica cerrar con unas ganancias de 990.000 euros. Cifra que contrasta con los 1,06 millones que obtuvo Valls en el último año en que llevó la batuta de la organización empresarial. El cierre provisional de 2019 arroja unas entradas de 19,83 millones y unas salidas que llegan a los 18,76 millones.
Mantener los ingresos
Además, se teme que la estimación económica se quede en papel mojado. Por primera vez desde 2011 se incluye superar los 20 millones de facturación, pero estos contemplan que Eines de País mantendrá sin problemas todas las vías de ingresos obtenidos hasta la fecha sin cambiar una coma. Dan por sentado que la politización que han impuesto en la organización no les pasará factura, cuestión que las voces críticas ponen en duda.
También se plantea ampliar el capítulo de ingresos con la introducción de la nueva figura de las “aportaciones voluntarias” del empresariado. Con todo, es una iniciativa inicial que se debe abordar a lo largo de los próximos meses. Así como la posibilidad de recibir ingresos públicos, cuestión que se peleará con la futura Ley de Cámaras de Comercio Catalanas que se desarrolla en la consejería de Empresa y Conocimiento, liderada por Àngels Chacón (JxCat). Por el momento, la Generalitat se resiste a este extremo.